Consejos para comer bien durante las vacaciones de verano

Consejos para comer bien durante las vacaciones de verano


Cuidar la alimentación siempre es importante puesto que lo que comemos influye en todo lo que hacemos. Por eso existen algunos momentos en los que vale la pena ponerle más atención de lo normal, por ejemplo en dà­as en los que necesitamos estar más concentrados
, o sufrimos más estrés, o en momentos en los que cambie nuestra rutina habitual, como es el caso de las vacaciones de verano.

Durante las vacaciones cambian las horas de sueño (tanto las que dormimos como en las que lo hacemos), las actividades que realizamos y por lo tanto también las horas en las que comemos. Cambia incluso lo que nos llevamos a la boca. Todo esto afecta a nuestro organismo, especialmente el cambio en la alimentación. Sobre todo porque el cambio en general suele ser a peor, de ahà­ que sea tan común volver de las vacaciones con unos quilos de más.

Sin embargo, los quilos de más (siempre que no sea una exageración) no son el principal problema. Los dà­as fuera de la rutina es posible que necesiten una alimentación distinta, aunque, por mucho que nos duela, no hablamos de helados y refrescos. Hablamos de alimentos que sobre todo, nos mantengan con un nivel de hidratación óptimo debido a las altas temperaturas.

Lo principal, entonces, es asegurarnos de que bebemos suficiente agua para compensar el exceso de calor y la sudoración de esta época. Por otro lado, la fruta también puede ser de ayuda, puesto que es un tipo de alimento con una alta concentración de agua (entre un 80% y un 90% de agua según el tipo), por lo que consumir aproximadamente unas tres piezas de fruta al dà­a mejorará nuestra hidratación. Además son una fuente importante de vitaminas, minerales y fibra.



Si lo que deseamos es comer en la playa, es importante asegurarse de mantener la cadena del frà­o en ciertos alimentos. De lo contrario, esto podrà­a tener como consecuencia una gastroenteritis. Lo más fácil para comer en la playa son los sándwiches. Sin embargo, se debe intentar variar su contenido
lo máximo posible y evitar abusar de los fiambres (pueden añadirse otros tipos de carne, huevo, verduras, etc.)

Es cierto que con estos dà­as calurosos las legumbres no apetecen y tendemos a eliminarlas de nuestra dieta durante la época de verano. No obstante, no debemos caer en este error, puesto que son una fuente muy importante de minerales y fibra esenciales para nuestro organismo. Hay que echarle imaginación y convertir los platos de potajes calientes del invierno en sabrosas ensaladas.

Finalmente, en lo que respecta a los helados, el producto estrella de la temporada, es mejor consumirlos de hielo, ya que los helados cremosos pueden llevar una cantidad importante de azúcar. No se trata de prohibir su consumo, sino de hacerlo de forma moderada. Una buena solución es preparar los helados en casa
. Podemos hacerlos de cualquier cosa (en internet podemos encontrar una gran cantidad de recetas sabrosà­simas) y controlaremos mejor los ingredientes.

No duden en seguir todos estos consejos para disfrutar del verano de la forma más saludable.




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