Guerrero es una entidad que nos ofrece numerosos lugares paradisiacos que vale la pena conocer. Uno de ellos es
Bahía de Petacalco, santuario costeño de silvestre belleza que se queda en la memoria de los visitantes por su entorno apacible y las admirables panorámicas que lo definen.
Petacalco es una de las bahías más vastas y abiertas de la entidad. Allí se pueden tomar baños de sol, practicar la natación y relajarse en sus aguas de olas calmas y cristalinas. Las parejas gustan de dar largos paseos por la costa, mientras contemplan las románticas puestas de sol. Por ser un sitio solitario y prácticamente virgen, se presta para la introspección y la intimidad.
Petacalco tiene restaurantes, bungalows y zonas para casas rodantes. Todo ello garantiza la mejor experiencia vacacional de los visitantes. Tiene todo para cautivar a los turistas nacionales y extranjeros. Es como un sitio extraído del sueño más grato y colocado en pleno Pacífico Mexicano.
Las bahías son accesos al mar en la costa, habitualmente profundas y vastas, capaces de recibir a embarcaciones de gran tamaño. Los recodos o ensenadas de las costas guerrerenses tienen un tamaño mediano y son de regular profundidad, de manera que en ellas solo navegan embarcaciones de pequeño calado.
En la entidad destacan, de noroeste a sureste, las siguientes ensenadas: Bahía de Petacalco, localizada al este de la desembocadura del río Zacatula, en el territorio municipal de La Unión. Es justamente el lugar que les recomendamos visitar en su siguiente viaje a Guerrero.
A final de cuentas, los turistas hallarán en
Petacalco un sitio maravilloso que aún no ha sido muy explorado, ni explotado. Lo que más fascina de su entorno geográfico son sus vírgenes playas. Es una bahía abierta de playas de gruesa arena y oleaje de mediana intensidad. Tiene varios restaurantes de excelente nivel donde se preparan antojitos regionales y un gran estacionamiento.