Ubicado en Tulum, el cenote de la Calavera tiene este nombre por el hecho de que en el fondo de este cuerpo de agua, puede contemplarse un cráneo humano.
Pero también tiene que ver con los tres orificios que aparecen en su cúpula y que evocan a una calavera.
Este bello cenote se localiza entre la jungla, por lo cual hay que dejar el coche en el estacionamiento y transitar a oír unos cien metros hasta dar con este cenote semi-abierto.
Una vez que se ha llegado al cenote Calavera se puede acceder a el de dos maneras. La primera es dando un buen salto y la segunda es descendiendo por una escalera en vertical.
Ya sea de un modo u otro, se podrá llegar a las cristalinas aguas de la poza, refrescarse y contemplar a los animales y plantas que allí habitan. Al mismo tiempo, se puede contemplar el espectáculo de los rayos de sol pasando a través del agua.
Visitar el cenote Calavera es una gran ocasión para convivir en familia y gozar de la naturaleza.