En la comunidad nayarita de Chacala se capta un entorno de provincial encanto. Al transitar por sus calles angostas se tiene una experiencia de gran cordialidad, esa que se desprende de la gran familiaridad que tienen entre sí, los habitantes del lugar. Casas sencillas y de coloridas fachadas, locales de artesanías y encantadores restaurantes donde se pueden saborear deliciosos antojitos regionales.

Esa es la sensación que se tiene al visitar la playa de Chacala, donde es normal hallar numerosos grupos de familias, parejas y amigos, los cuales se divierten a lo grande en la arena, el clima tropical y las palapas a la orilla de la playa, mientras se disfruta de alguna refrescante bebida.

Chacala es una comunidad costera que cuenta con interesantes anécdotas históricas. Fue descubierta en 1524 por Francisco Cortés de San Buenaventura y sus playas han visto la llegada de singulares personajes: desde bucaneros holandeses hasta el famoso Padre Kino, evangelizador que emprendió varias misiones desde este punto costero.

Dar un recorrido por las playas de Chacala nos permitirá descubrir curiosas sorpresas. Por ejemplo, allí se levanta el árbol donde habitó durante un tiempo una mujer para impedir que lo cortaran. También es frecuente observar familias observando el vaivén de las olas buscando atrapar tiquiliches, es decir, crustáceos parecidos a los camarones que arriban a la orilla de la playa llevados por el mar y que son utilizados por los lugareños para preparar un guiso tradicional de la región.

Ahora bien, las Cuevas, Chacalilla y La Caleta son las playas más importantes del entorno de Chacala. La primera de ellas se define por su intenso oleaje, la segunda por sus apacibles aguas y la tercera es especialmente recomendable para los aficionados al surf. En Chacala hay formidables y ecológicos hoteles boutique, con magníficas vistas al océano Pacífico y servicios de spa. Son opciones de alojamiento excelentes que los visitantes agradecen y aprovechan. Los turistas aficionados al turismo de naturaleza y la observación científica de la naturaleza tienen en Chacala un santuario para tener diversión a manos llenas. Es una zona geográfica done habitan variadas especies de aves, como urracas, gaviotas y pelícanos. Por esta razón, cuando se visite Chacala, en las costas de Nayarit, es aconsejable llevar una cámara fotográfica de gran calidad para así captar la enorme belleza paisajística del lugar.

Chacala es un destino excepcional para la práctica de la pesca y muchos otros deportes náuticos. También es de enorme interés para quienes gustan del ecoturismo, por las vastas zonas de palmeras y bosques tropicales que embellecen la región. Además, a solo treinta minutos de camino con destino a Puerto Vallarta se localiza en sitio arqueológico de Alta Vista, en donde se conservan antiguos petroglifos en las orillas de un admirable arroyo. Se trata de restos prehistóricos de enorme valía para la arqueología y la antropología. Además, este sitio tiene una relevancia sagrada para los indígenas huicholes, los cuales acuden allí para dejar sus ofrendas y efectuar antiguos ceremoniales.

En las cercanías de Chacala pueden hallarse zonas de densa vegetación, especialmente de elevadas palmeras. Las cristalinas aguas de este santuario playero nos animan a dar un chapuzón, bajo el radiante sol tropical y mientras se contemplan magníficas panorámicas. Por lo demás, en las playas de Chacala no faltan las tradicionales enramadas o palapas con servicio de restaurante, en los cuales se sirven ricos platillos preparados con productos del mar y refrescantes bebidas.