Descubren en una cueva de México el esqueleto más antiguo de América

Data de hace más de 12.

000 años y se ha encontrado en una cueva sumergida en México, en un cenote de la península de Yucatán. El esqueleto humano, bautizado como Naia, ha sido estudiado durante tres años por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México. Ahora sabemos que pertenecía a una niña de 15 años y que es el más antiguo encontrado hasta ahora en el continente Americano.

El estudio del ADN mitocondrial del esqueleto ha ayudado a poner fecha a los restos, de hace entre 12.000 y 13.000 años. Los resultados de la investigación, publicados ahora en la revista Science, servirán para conocer cómo fueron los primeros pobladores del continente Americano y su relación con los indígenas contemporáneos.

Los investigadores, un equipo de buceadores profesionales, palentólogos y arqueólogos, encontraron el esqueleto en una cueva inundada del estado mexicano de Quintana Roo, a 40 metros de profundidad. Estaba en una espectacular bóveda sumergida, separada del resto de la cueva por varios túneles y conductos, una cueva "oculta y sellada por el agua por al menos los últimos 8.000 años", aseguran los científicos. Debajo, el aspecto de la cueva donde encontraron los restos:



Según Pilar Luna, directora de arqueología subacuática del INAH, "el descubrimiento es extremadamente significativo. No solo echa luz sobre los orígenes de los modernos americanos, demuestra el potencial paleontológico de la península de Yucatán".

Los análisis del esqueleto (mediante ADN mitocondrial, Carbono 14 y Uranio/Torio) han determinado que se trata de una joven de 15-16 años de edad que se cayó en un hoyo, inundado luego tras la última glaciación hace 10.000 años. Revelan también que su origen es asiático (Beringio), identificado con las migraciones que llegaron a América desde Siberia.

Además del esqueleto, se han descubierto en la misma cueva restos de 26 mamíferos correspondientes a once especies del Pleistoceno Tardío. Debajo puedes ver un vídeo publicado por el INAH sobre el descubrimiento, e increíbles fotos adicionales.

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