La ruta hacia playa Isla Arena, si bien es un poco accidentada, nos da la oportunidad de disfrutar de algunos espectaculares paisajes con abundantes mangles y vastas zonas de inundación en donde tienen su hábitat diferentes especies de aves marinas.
En la comunidad de Isla Arena se hallarán diminutas playas y un extenso muelle, donde los turistas gustan de observar a la distancia varias embarcaciones pesqueras, o bien, alquilar botes para realizar paseos por sitios cercanos.
En las aguas colindantes se pueden pescar ejemplares de pargo, huachinango y barracuda, de manera que, los aficionados a la pesca deportiva tienen la diversión garantizada. Si se deciden a visitar playa Isla Arena, uno de los santuarios turísticos más prometedores del
estado de Campeche, les sugerimos visitar la Casa del Cocodrilo, un centro de preservación de la fauna administrado por personas dedicadas al cien por ciento a esta loable labor. Se trata de una interesante granja de cocodrilos. Allí se los puede hallar de todos los tamaños.
Por lo demás, los visitantes tienen a su disposición allí un pequeño centro de alojamiento con alberca y siete habitaciones bien acondicionadas, así como un rústico restaurante en donde se sirven deliciosos platillos del mar, por ejemplo, ceviches y cócteles, pulpo frito a la mexicana y caracol encebollado. No obstante, es preciso señalar que el platillo principal del restaurante es el cocodrilo a la plancha, al mojo de ajo o a la mantequilla.
Ahora bien, en Isla Arena pueden hallarse hasta cuatro especies de mangle, botoncillo negro, rojo y blanco. Un detalle importante se refiere a su playa, ya que, por tener fango en abundancia, nadar allí es prácticamente imposible. No obstante, dar paseos en lancha por estos rumbos es una experiencia ecoturística difícilmente comparable con cualquier otra.
Al recorrer los rincones costeros de la zona en lancha, se puede visitar, además de Isla Arena- la playa que les recomendamos de manera principal en este texto -Ría Celestún, paradisíaco rincón ubicado un poco más al norte, colindante casi con el
estado de Yucatán. El entorno está definido por la mezcla del océano con el agua dulce y fascinantes ecosistemas con petenes y numerosos flamencos rosados.
Visitar esta playa es algo que recomendamos a cualquier aficionado al turismo en México, si se sigue más allá en esta formidable excursión, se arribará al río Kan Balam, donde se pueden tomar refrescantes baños. Posteriormente se tiene la oportunidad de admirar el bosque petrificado, un gran Petén que después de sufrir el embate de un impresionante huracán, quedó erosionado por completo. Luego los vastos manglares de la superficie se secaron y la intensa salinidad del suelo endureció los troncos muertos. Los turistas que toman este paseo pueden realizar una escala en la hacienda salinera denominada Real de Salinas, antaño famosa por las grandes cantidades de sal que allí se extraían.
Otro sitio de gran interés, que los turistas pueden visitar por estos rumbos de México, es el Museo dedicado a Pedro Infante, el cual fue construido por la Administración Portuaria Integral. Todo ello se debe a que en la década de 1940, el famoso actor y cantante visitaba en su avión esta parte de la geografía campechana, aterrizaba para degustar rico pescado, interpretaba algunos de sus éxitos musicales, platicaba con los lugareños y se la pasaba en grande.
Este sitio, para conmemorar la presencia del ídolo del cine nacional, levantó el mencionado recinto, el cual se ubica a la orilla del mar, cerca de un faro y cuenta con un pequeño muelle a un costado. Además, en el Museo se nos ofrecen también valiosos antecedentes acerca de la historia prehispánica de la comunidad, así como referencias científicas acerca de la fauna y la flora de la región. Imposible no mencionar la pequeña colección de carteles cinematográficos dedicados a Pedro Infante y sus películas más famosas, así como también vestuario de sus famosos personajes. Sin embargo, quizás la pieza más admirable del recinto, sea el Globo de Oro que Infante ganó en 1958 por su película 'Tizoc'.