La isla más grande de Tailandia se ha convertido en uno de los destinos preferidos para las vacaciones.
Esta perla del mar, sueño de los antiguos navegantes, fue descubierta por los árabes y por los indios entre el año 880 y el 916 d.C. A los amantes del mar, les puede parecer sólo una isla formada por una infinita cadena de magníficas bahías con playas y palmeras desde donde la vista se extiende hasta las pequeñas islas desparramadas en el mar, pero Phuket es también historia y hospitalidad. Su punto fuerte es el de ser ideal para todo tipo de gustos, edades y presupuestos.
Toda la isla está orientada a la felicidad y a la satisfacción de sus visitantes. Desde económicos bungalows metidos en idílicos jardines de palmeras, a los lujosos hoteles en complejos residenciales.
Phuket ofrece además la posibilidad de competir en una multitud de actividades interesantes: trekking con elefantes, bungee jumping y todos los deportes acuáticos imaginables y ahora también el Parque Acuático Phantasea por nombrar sólo algunos. La cultura isleña ha permanecido intacta y para hacerse una idea basta ir al centro para descubrir las casas de estilo Sino-Portugués y las casas-museo. Fueron los propios inmigrantes residentes los que hicieron famosa Phuket por la minería de estaño y las plantaciones de goma durante el siglo XIX.