Fui con mi familia, esposa y dos hijas, asi como con mi hermana y su familia, en total 8 personas, en diciembre del 2005, nos la pasamos muy bien, relajados, en una de las palapas o restaurantes de la playa, nos dieron chance de ocupar mesas, sillas y hamacas y de que comieramos y bebieramos nuestras propias cosas que llevabamos, a cambio de que hiceramos consumo minimo, lo cual hicimos y al ultimo pedimos un plato de comida por cada uno, el precio mas o menos, el sabor un poco distinto a lo que uno acostumbra en otras playas, por ejemplo el caldo de camaron era con jitomate y no con chile rojo como lo acostumbramos en las costas de Guerrero, no obstante, fue una buena experiencia.