Honduras

Puerto Cortes

Puerto Cortes fue fundado en 1524 en los años iniciales del dominio español en Centroamérica.

En sus orígenes recibió el nombre de Villa de Puerto Caballos. De acuerdo a la tradición, el conquistador Gil González Dávila mandó lanzar los caballos al mar en el marco de una impresionante tormenta para así darle mayor estabilidad a los barcos. De allí procede el nombre de “Puerto Caballos”. Posteriormente, varios acosos piratas lograron que este puerto experimentara un largo marasmo del que no despertaría, sino hasta bien entrado el siglo XIX.

En la actualidad Puerto Cortés es el puerto de mayor importancia y modernidad de toda América Central. Por entre sus aguas ingresa y sale buena parte de los productos de importación y exportación de Honduras y varias naciones cercanas. Esto ha consolidado a este sitio- que también es un destino turístico muy interesante- como un lugar de gran empuje económico. Inclusive este último aspecto supera en mucho las dimensiones geográficas que tiene.

Qué visitar en Puerto Cortes

Por lo demás, Puerto Cortés es un destino muy frecuentado por los turistas hondureños en los días de asueto, vacaciones y la Semana Santa. Puerto Cortés se proyecta como una alternativa muy económica para desarrollar actividades turísticas: es un lugar barato, seguro y bastante cercano a otros destinos de interés.

El apacible y bastante caluroso Puerto Cortés es un lugar de descanso para quienes habitan en San Pedro Sula (localizado a solo 55 kilómetros), quienes acuden con mucho entusiasmo a gozar de sus encantos. Las playas más gustadas de la zona son Cieneguita y Municipal, puesto que sus condiciones permiten a los visitantes gozar al cien por ciento del mar.

Otro punto de interés que debe tomarse en cuenta son las poblaciones de la etnia garífuna que aparecen esparcidas en la región. Basta con trasladarse a Bajamar o a Travesía, ambas a unos 20 minutos, para saborear deliciosos manjares locales. Se trata de platillos de la tradición garífuna que recién salen de los hornos de leña que se utilizan para prepararlos.

Lo demás es aprovechar aguas de las más admirables no solo de Centroamérica sino de todo el continente americano. Bajamar y Travesía tienen dos de las riberas de mayor atractivo en Puerto Cortés. La Laguna de Alvarado es uno de los puntos imperdibles para un paseo por la zona. Las panorámicas son espectaculares, los manglares tienen  una rara belleza y los ocasos son algo privilegiado de contemplar para todos quienes pasan sus vacaciones por estos rumbos hondureños. La vegetación que crece en los alrededores de la laguna es aprovechada por innumerables aves para hacer sus nidos, de tal manera que quienes gocen de la contemplación de las aves tienen la diversión garantizada en cada paseo a Puerto Cortés.

Cómo llegar a Puerto Cortes

La vía más aconsejable de visitar Honduras y sus poblaciones costeras más atrayentes es por aire. Y si bien no todas las terminales aéreas tienen vuelos directos a Tegucigalpa, la capital hondureña, en esta nación centroamericana se tienen disponibles cuatro aeropuertos internacionales: uno en Tegucigalpa, otro en San Pedro Sula, uno más en La Ceiba y otro en Roatán.

Información relevante acerca de Puerto Cortés

Puerto Cortés es muy valorado por sus muchos atractivos turísticos, entre los que podemos mencionar, sus playas. De todas ellas, aconsejamos conocer las municipales, como es el caso de La Coca Cola. Son playas que se definen por la tranquilidad de sus aguas, al hallarse protegidas por la bahía del puerto. Además, en las playas de Puerto Cortes se ubican varios restaurantes de excelente nivel y opciones para practicar distintas actividades recreativas.

Actividades a realizar en Puerto Cortés

Al oeste de Puerto Cortés tenemos la playa de Cienaguita, otra de las más visitadas por los vacacionistas extranjeros y los nacionales. Frente a Cienaguita se levantan varias opciones culinarias que no podemos dejar de recomendar. En cambio, al norte se ubican las playas de La Vacacional, El Faro, Bajamar y Travesía. Se trata de playas sumamente agitadas por hallarse plenamente expuestas al mar abierto. No obstante este detalle tiene mucho que ver con su encanto, puesto que, ambas integran muchos kilómetros de arenas blancas, un mar cristalino y palmeras agitadas por la brisa marina.

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