5 razones por las que debes ser un viajero incluso cuando no estás de viaje
En el mundo moderno, donde todos tenemos agendas que están llenas de compromisos laborales, es difícil tener tiempo para hacer lo que realmente nos gusta. Sin embargo, siempre se debe dejar un espacio para disfrutar de la familia, los amigos y aprovechar nuestros días al máximo.
Cuando estamos de viaje tendemos a ser la mejor versión de nosotros mismos. Vivimos cada día como si fuera el último, contemplamos los detalles y no nos hacemos problemas por las pequeñas dificultades que normalmente nos amargarían el día. Es decir, ¿a quién le puede importar estar 1 hora encerrado en un automóvil si eso implica recorrer las calles de París?
Por esta razón, creo que ser un viajero es un estilo de vida. Es estar cada día atento a las cosas lindas que suceden y tener una actitud más relajada frente a los problemas que pueden surgir, porque al final “todo pasa por algo” y “cosas mejores están por venir”, ¿no?
A continuación te quiero dejar 5 razones por las que debes seguir con esta mentalidad incluso cuando no estás recorriendo el mundo:
1. Dejar el régimen de vez en cuando es bueno para tu felicidad
Sí, un estilo de vida saludable es fantástico para tu salud. Pero de vez en cuando una noche de copas con tus amigos o salir a comer un postre con tu enamorado, traerá mucha más felicidad a tu alma que restringirte todo el tiempo de hacer las cosas que te gustan. Al final del día nadie recuerda las noches que se quedó en casa comiendo ensalada.
2. Hacer pequeñas “locuras” te hace sentir más vivo
¡Ser espontáneo es genial! La mayoría de los adultos tenemos que cumplir responsabilidades. Pero hacer una pequeña locura que no le haga daño a nadie, probablemente te llevará a una historia grandiosa que recordarás por el resto de tus días.
3. El problema es que piensas que tienes tiempo
Desde pequeños nos han enseñado que no se debe dejar para mañana lo que puedes hacer hoy. Lamentablemente esto no sólo se refiere a tus tareas escolares, sino que a cada uno de los aspectos de tu vida. La realidad es que muchos viven como si hubieran nacido con tiempo ilimitado, pues no. La vida siempre cambia y lamentablemente uno nunca sabe qué pueda suceder al día siguiente. No estoy diciendo que debemos estar asustados, pero sí hay que aprovechar cada segundo.
4. “Quien vive temeroso, nunca será libre”, Quinto Horacio Flaco
En esta ocasión hablo personalmente cuando digo que durante mis viajes me atrevo a hacer muchas más cosas de las que haría normalmente: “¿Nadar con tiburones? ¡Por qué no!”. Sin embargo, no me refiero a que todos deberían ser tan radicales, pero sí hay personas que viven con miedo de lo que pueda suceder mañana y, lamentablemente, dejan de hacer cosas maravillosas por temor a las consecuencias. Si quieres tomar ese taller de teatro, pero te da vergüenza lo que puedan opinar de ti, ¡hazlo! Yo digo que si no involucra algo verdaderamente grave o un inminente riesgo de muerte -como los tiburones- todos deberían atreverse. No hay motivos para no cumplir los sueños.
5. Siempre haz lo que tu corazón te dice
Y lamento sonar tan cursi, pero dile a tu familia que la quieres no sólo cuando estás a kilómetros de distancia, agradece los pequeños actos de bondad de desconocidos y jamás dejes de aprender de la gente más sabia que tú. En general, hacemos todo esto cuando estamos fuera de nuestra zona de comodidad, quizás porque cuando viajamos dejamos de ver las cosas como “algo normal” y realmente nos abrimos al mundo. No dejes que esta visión se destruya cuando regreses a casa.
Si aprovechas cada momento y haces lo que sientes, cuando estés viejo y arrugado retrocederás en tu memoria y te darás cuenta de que viviste la vida al máximo, ya sea viajando o en la comodidad de tu hogar sintiendo que tuviste unos años maravillosos.