Los estándares sociales establecen que primero hay que tener muchas, muchísimas citas.

Luego hay que construir la relación paso a paso durante un laaaaargo tiempo y finalmente se debe dar el gran paso: el matrimonio. Después de todo esto, puedes empezar a considerar la posibilidad de viajar en pareja. Pero ¿por qué se ha establecido así? Aunque suene extraño, no creo que sea necesario salir cientos de veces para definir el siguiente paso. De hecho creo que las cosas se pueden hacer de forma opuesta.

Es más, tal vez no exista una mejor forma de crecer en pareja que viajando por el mundo, caminando de la mano con alguien por un lugar paradisiaco, explorando lugares y sobreviviendo a las dificultades de los viajes incómodos. Así es cómo se conoce a alguien de verdad y si en serio quieres saber todo acerca de él y mostrarte cómo eres, intenta no salir con alguien que quiera sólo analizarte mil veces en incontables citas. Sal con alguien que esté dispuesto a arriesgarlo TODO por conocer distintos rincones del mundo a tu lado sin importar lo que pueda pasar. Pero si aun suena extraño y radical, estas razones te convencerán de que no hay algo mejor.

1. Todo adentro

Tener una relación implica darlo todo y recibirlo todo. Salir a tomar algo para extraer y que te extraigan información no siempre es la mejor forma de conocerse. Se puede ir más allá. Así que, en lugar de buscar a alguien con quien puedas coordinar una que otra salida a un restaurante, busca a alguien que quiera comer lo que sea y cuando sea. Esto incluye todo: comidas en restaurante, comidas trabajando y comidas en otro lugar del mundo.

2. Apoyo incondicional (realmente incondicional)

Apoyo no significa pagar todo en un restaurante. Apoyo es mantener una actitud positiva y protectora a la hora de perderse en un lugar desconocido sin señal de teléfono móvil. Alguien que está dispuesto a recorrer el mundo contigo apoyará tus ideas y ambiciones. Te ayudará de cualquier forma posible y siempre te alentará, porque lo que estás haciendo, es tan importante para él como lo es para ti.

3. No te pertenece y no le perteneces

Decir “salgo con alguien” es como reclamar a alguien como tuyo o ser de alguien. Entonces, no seas de nadie. En lugar de decir “salgo con alguien”, atrévete a decir “recorro y vivo el mundo con esta persona”.

4. No necesitas ensayos

Tener citas es como tener un periodo de prueba. Pero cuando viaja con alguien, este periodo no existe. Recorrer el mundo con alguien genera un lazo instantáneo, es una forma natural de confianza y un deseo sin fin de querer compartirlo todo con esa persona. Es muy distinto a sólo salir a comer, mostrarte frente a su familia y hablar de trabajo. Esa persona con quien viajas es aquella con quien quieres compartir el mundo entero, es aquella persona que hace que todo lo demás de desvanezca y una relación así es tan perfecta, que no podrás imaginar hacer algo sin esa persona.


5. Verdadero compromiso

Si crees que casarte con alguien es un compromiso muy grande, imagina compartir cada minuto de tu vida con una persona mientras viajas por el mundo. Eso también es un verdadero compromiso. Para viajar necesitas escoger a alguien con quien realmente quieres comprometerte. Y aunque no incluye todo los papeles del matrimonio, a veces puede ser un compromiso mucho mayor. Esa persona no será sólo tu amor o mejor amigo, será también tu socio, uno con el cual podrás funcionar perfecto sin aburrirte o sentir desinterés.

6. Difícil de encontrar

Es más más fácil decirlo que hacerlo. Encontrarla no es tan sencillo como parece y además es relativo. Para alguien, esa persona que consideras indicada para recorrer el mundo, puede ser simplemente perfecta para salir y viceversa. Pero una vez aparece no te arrepentirás.


Creo que es un verdadero compromiso de amor.