Adeje
Al sur de la isla de Tenerife se extiende la localidad canaria de Adeje, entre las estribaciones del Teide y las aguas cristalinas del océano Atlántico.
El patrimonio arquitectónico de su villa se completa con paisajes naturales llenos de contrastes, donde el visitante puede disfrutar tanto del avistamiento de ballenas como de rutas por los barrancos que conducen al pico más alto de España. Urbanizaciones de lujo, provistas de piscinas, campos de golf y todo tipo de servicios, bordean la costa, conjugando un turismo de calidad con el respeto al medio ambiente. La exquisita gastronomía tinerfeña, junto a las excelentes temperaturas de las Canarias, nos acompañarán durante toda nuestra estancia.Los 3.718 metros del Teide, la mayor altura de España, dominan toda la extensión de la isla de Tenerife. La aridez volcánica de este paisaje se transforma en barrancos de vegetación exuberante según se viaja hacia el sur. Así, en el municipio de Adeje encontramos los magníficos paisajes del espacio protegido del Macizo de Adeje y Barranco del Infierno. Multitud de rutas a pie recorren esta intrincada orografía, ofreciendo espectaculares vistas sobre el Teide y el litoral atlántico.
Por su parte, la Costa de Adeje cuenta con unas excelentes aguas que ostentan, muchas de ellas, la distinción de calidad de Bandera Azul. Largos arenales enmarcan una costa en la que la práctica de los más variados deportes náuticos no está reñida con el buceo en fondos submarinos. Vela, windsurf, submarinismo o pesca de altura se suman a otras actividades como el golf o el parapente. En multitud de empresas se puede, además, alquilar veleros y barcos, o contratar excursiones para avistar delfines y ballenas. La isla de Tenerife se encuentra en una ruta frecuentada por estos animales, por lo cual su contemplación es un atractivo más.
Playas y urbanizaciones
Entre su amplia oferta de alojamientos, hoteles, apartamentos, villas y casas rurales, destacan importantes urbanizaciones de lujo como San Eugenio, Playas del Duque o Fañabé. No hay que olvidar que parte de la famosa playa de Las Américas, se encuentra en este municipio, así como el puerto deportivo Puerto Colón.
El ocio nocturno viene de la mano de restaurantes, salas de fiestas y terrazas con vistas al océano donde la animación es continua. Un excelente momento para degustar una cocina basada, fundamentalmente, en los pescados y los mariscos. La salsa mojo picón (con aceite, ajos y pimentón) acompañará a cualquier vianda, además de las papas arrugadas. El gofio canario, harina de trigo, maíz o garbanzo también se incorpora a sabrosas recetas y remonta su origen a los guanches, los habitantes prehispánicos. Entre los postres, los huevos moles (elaborados con yemas y azúcar), el bienmesabe (bizcochos con huevos moles) y la leche asada (dulce de leche) son algunas de las recomendaciones.
La provincia de Santa Cruz de Tenerife, en la que se encuentra esta isla, posee numerosos vinos con Denominación de Origen como Abona, El Hierro, La Palma, Tacoronte-Acentejo, Valle de Güimar, Valle de la Orotava e Ycoden-Daute-Isora. En Adeje se pueden degustar todos estos vinos, entre los que destacan los Malvasía (moscatel).
Villa de Adeje
A escasos kilómetros de la costa, su villa ofrece la posibilidad de disfrutar de su casco urbano, un lugar donde se mezcla la esencia colonial con la propia de estas tierras. La Casa Fuerte es una buena muestra del rico pasado de esta población. En el siglo XVI se levantó esta construcción defensiva que debía repeler los ataques de piratas y corsarios. Durante más de trescientos años fue el centro de la ciudad y la sede de un importante archivo histórico, que actualmente se conserva en el Museo Canario de Las Palmas.
También merece la pena detenerse en la iglesia parroquial de Santa ??rsula. Su sencillez constructiva llama la atención en una época, el siglo XVI, en la que la arquitectura peninsular era mucho más recargada. Sus dos naves, dos puertas en la fachada principal y la espadaña son algunos de sus elementos más representativos, así como el coro y la capilla bautismal. Su artesonado es mudéjar, mientras que los retablos son de estilo barroco colonial.
En su Museo de Arte Sacro se puede admirar una magnífica colección de piezas religiosas datadas entre los siglos XIV y XIX, así como unos tapices gobelinos, procedentes de la Real Fábrica francesa de Luis XIV.
Para conocer la arquitectura popular canaria de los siglos XVII y XVIII, el visitante puede acudir al Granero, una construcción de tipo rural. Sus muros de piedra, elementos de madera y un tejado a cuatro aguas forman parte de la estructura de este antiguo granero que alberga, hoy en día, interesantes exposiciones.
Desde Adeje se puede recorrer la parte sur de la isla de Tenerife e internarnos en el Parque Nacional del Teide, en cuyas Cañadas se encuentra su magnífico Parador de Turismo. En Vilaflor el visitante podrá disfrutar del llamado Paisaje Lunar, mientras que siguiendo el perfil de la costa llegaremos a playas como Las Américas, los Cristianos, la Caleta o Los Gigantes, a los pies de los acantilados del mismo nombre.