Alicante
Enclavada en plena Costa Blanca, Alicante es uno de los destinos turísticos más importantes del Levante español.
Su abundante oferta de campos de golf y las tranquilas aguas del Mediterráneo son algunos de los atractivos que ofrece esta bella ciudad portuaria situada a los pies del Castillo de Santa Bárbara, testigo mudo de las numerosas civilizaciones que han pasado por ella.Su casco histórico, situado a los pies de esta fortaleza, esconde un interesante legado arquitectónico civil y religioso, sin olvidar la emblemática Explanada de España, tradicional lugar de esparcimiento de sus habitantes.
Alicante es también tierra de hondas tradiciones populares, como la fiesta de Moros y Cristianos y la Noche de San Juan. Por su parte, el arroz, cocinado de múltiples formas, es protagonista de una sabrosa gastronomía.
La estratégica situación geográfica de Alicante, en pleno litoral levantino, propició, desde hace siglos, el asentamiento de las principales civilizaciones del Mediterráneo. Fenicios, griegos, romanos, y más tarde árabes, llegaron a estas costas en busca de nuevas rutas comerciales y contribuyeron con su cultura a modelar el carácter de la ciudad.
La ciudad y su puerto están presididos por el monte Benacantil, un gran promontorio rocoso en cuya cima se alza la fortaleza de Santa Bárbara. De origen árabe, el castillo posee huellas de todos los pueblos que pasaron por la ciudad, aunque gran parte de la construcción actual pertenece al siglo XVI. Desde lo alto de sus muros se domina toda la ciudad, a la vez que se obtienen impresionantes panorámicas de la franja costera y del interior en varios kilómetros a la redonda.
A los pies de esta fortaleza se desarrolló la antigua ciudad amurallada. Una de las construcciones que más llama la atención en su entramado de calles estrechas es la iglesia gótica de Santa María (s. XVI), levantada sobre una antigua mezquita árabe. Frente a ella se sitúa el Museo Casa de la Asegurada (s. XVII), que reúne una importante colección de obras contemporáneas de artistas de la talla de Joan Miró, Pablo Picasso o Eduardo Chillida.
La plaza del Ayuntamiento, presidida por la fachada barroca de la Casa Consistorial, es otro de los espacios importantes del barrio viejo. A sus espaldas se sitúan dos edificios relevantes, el colegio de la Compañía de Jesús y la concatedral de San Nicolás, finalizada en 1662. Los estilos herreriano y barroco se mezclan en este templo, cuyo interior esconde un bello claustro del siglo XV.
La línea de costa es, sin duda, el lugar preferido por los alicantinos para su esparcimiento. El paseo de la Explanada de España, situado frente al puerto, es un animado bulevar salpicado de terrazas. Una zona de ocio más moderna se extiende a lo largo del espigón del puerto, en el que también hay numerosos restaurantes y bares. Junto a ambos espacios se sitúa la playa urbana de El Postiguet, un enclave privilegiado para disfrutar del mar y del sol.
Merece la pena acercarse al recientemente renovado Museo Arqueológico Provincial (MARQ). Ubicado en el edificio del antiguo Hospital San Juan de Dios, el Museo expone, de una manera didáctica y amena, los restos del yacimiento del Tossal de Manises, que revela interesantes datos de la antigua urbe en tiempos de los íberos, griegos y romanos.
Fiestas, gastronomía y alrededores
Alicante es también tierra de hondas tradiciones como la fiesta de Moros y Cristianos, una de las más populares del Levante. La otra festividad por excelencia es la Noche de San Juan, el 24 de junio. ??sta tiene como protagonistas a las hogueras en las que se queman los ninots (monumentos de cartón piedra) que, previamente, han sido expuestos días antes en las calles de la capital alicantina.
La animación de Alicante se perpetúa a lo largo del año gracias a su condición de centro turístico, a tan sólo unos Km. de las playas de San Juan y localidades como Santa Pola, Torrevieja, Altea, Denia, etc. En cualquiera de ellas es posible encontrar una amplísima oferta de alojamientos. Cabe destacar el Parador de Jávea, situado en esta hermosa ciudad costera del norte de la Costa Blanca.
Además, a lo largo del litoral alicantino se puede encontrar una docena de campos de golf que permiten disfrutar de este deporte con magníficas vistas al Mediterráneo.
En Alicante existen numerosos tesoros naturales que merece la pena visitar. A medio camino entre Alcoi e Ibi, en la Sierra del Menejedor, se encuentra el Parque Natural de Carrascal de la Font Roja. De gran importancia ecológica son también los Parques Naturales de El Fondo, Lagunas de la Mata y Torrevieja, Montgó, Penyal d'Ifac, Salinas de Santa Pola y Marjal de Pego-Oliva. En el interior de la provincia se puede conocer la ciudad de Elche y su palmeral, declarado Patrimonio de la Humanidad.
Pero la visita quedaría incompleta si no se probaran los estupendos arroces, que por estas comarcas se cocinan de múltiples y originales formas: arroz a banda (arroz con pescado), arroz negro (con sepia), arroz al horno, etc. También hay buenos pescados y mariscos. De postre, nada mejor que el pan de higo (pasta de higos secos), turrón (dulce hecho de almendras tostadas, miel y azúcar) y helados de Jijona. Estas comidas pueden ser acompañadas con los vinos con Denominación de Origen Alicante, de entre los que destaca el Fondillón, un vino de licor viejo muy apreciado como vino de postre.