Una colección de rincones curiosos dispersos en las islas griegas, y curiosos no sólo porque el mar parece una piscina natural.
Una playa con un naufragio, una isla demasiado bonita, una cueva azul, una laguna entre arena rosa'rincones de Grecia apuntar:
1. Entre las islas más bonitas de Grecia, Amorgós.
Una isla árida, desolada, desnuda por su falta de vegetación. Sin embargo, todo se compensa con un mar azul intenso que contrasta con los paisajes áridos. La isla de Amorgós se encuentra en el mar Egeo, y también es famosa por sus monasterios e iglesias. Nada menos que 360 capillas bizantinas, y un monasterio, entre los más impresionantes de Grecia por estar colgado de un acantilado. Aunque es difícil elegir solo una, si se puede decir que es una de las más bonitas de Grecia.
2. La playa del naufragio en isla Zakythos.
La playa Navagio es uno de los íconos turísticos de la isla de Zakythos, una playa encerrada entre acantilados con los restos de un barco casi desintegrado (junto a un color de agua increíblemente turquesa). Pero esa playa es la punta del iceberg de una isla perfecta, especialmente en cuanto a tonos del agua, playas que parecen piscinas naturales, y pequeñas curiosidades naturales
3. Una cueva azul en Kastellorizo
Kastellorizo (o Castillorizo), es otra de las idílicas islas griegas. La Cueva Azul es la más legendaria atracción de la isla, situada en la costa sudeste. Entrar a ella ya supone una pequeña aventura, a través de una abertura en la que se requiere agachar nuestra cabeza para no golpearnos. Kastellorizo posee además ciudades que poco han cambiado, y está a menos de 3 kilómetros de la costa de Turquía y a poco más de 100 kilómetros de la isla de Rodas.
4. Una laguna de arena rosa (Imeri Gramvousa)
La laguna Balos (Balos Lagoon) es un rincón de la pequeña isla Imeri Gramvousa donde se produce una puesta en escena natural bastante peculiar: un islote rocoso forma parte de un cabo que está unido parcialmente a tierra por una piscina turquesa alternada con porciones de arena en color rosa. No es una isla y lugar famoso, pero es completamente especial.
5. Una isla de cuevas azules (Isla Paxós)
En la isla de Paxós (una de las más pequeñas de las islas Jónicas) se puede explorar la costa turquesa, y en su lado occidental, proseguir hasta encontrarse con enormes acantilados de piedra caliza, y entre ellos, numerosas y enormes cuevas azules. Las cuevas, pueden ser tan grandes que es posible navegar dentro de ellas, y tomar un inolvidable chapuzón
6. Una playa de arena roja en Santorini.
La isla de Santorini, que a su vez es una caldera volcánica demasiado bonita, posee una playa rocosa y con arenas rojas (y piedras negras), amurallada por acantilados de color rojo que contrastan con el agua transparente verde-azulada del mar. El conjunto es espectacular, un paisaje afortunadamente intacto y que se disfruta como si fuera una piscina por sus aguas calmas y transparentes. (Ver más)
7. Una cueva con un lago azul (isla de Cephalonia)
Melissani es una cueva situada en la isla de Cephalonia, noroeste de Sami. Mientras en el entorno exterior, el bosque cubre la ladera de una montaña que llega al mar, la costa guarda un paraje silencioso que junto a la luz natural y los efectos de sombras y transparencia del agua, se hace una puesta en escena imperdible.
8. 'Y otra playa de arena rosa en un mar turquesa (Lafonisi)
La isla Elafonisi, al sur de Creta se comunica con Creta a través de un istmo de agua poco profunda, con el adicional de ser un área protegida y por lo tanto de belleza intacta. Allí se despliega un rincón de arenas rosadas y mar turquesa que en cada foto deslumbra por su belleza.
9. Playas como piscinas en isla Léucade
La isla también conocida como Lefkada, se encuentra en el mar Jónico, frente a la costa de Acarnania, y las playas retratadas en cada imagen se conoce como Porto Katsiki y Egremni. Lo que hace tan particular a éstas playas, es el acantilado de piedra blanca en contraste con el azul intenso del mar.
10. Una isla de película (Skopelos)
La isla Skópelos se encuentra en el mar Egeo occidental, entre las islas Espóradas Septentrionales. Es el lugar donde se rodó la película Mamma Mía!, y está apenas habitada, lo que garantiza cantidad de rincones casi inalterados. También, es una isla con cantidad de árboles y vegetación, un tanto diferente a otras islas griegas más áridas que suelen ser la regla. En la costa, esperan pequeños oasis junto a un mar turquesa y transparente.