Sicilia es de esos destinos que pasan desapercibidos hasta que uno tropieza con ellos y tiene la fortuna de investigarlos.
Minutos después,quedaremos irremediablemente atrapados por la magia de una de lasislas mediterráneas con más historia, sabor y personalidad,cocinados a fuego lento durante miles de años a través del choque de culturas y civilizaciones, del comercio y del mestizaje.Sicilia ha sido lugar de paso en el Mediterráneo por antonomasia, en tiempos fenicia y griega, más tarde cartaginesa y romana. Por supuesto que también ha sido autóctona, dando lugar por ejemplo a Siracusa, una de las ciudades más brillantes del mundo antiguo, o a ilustres personajes como Arquímedes o Dionisio I. Sicilia también ha sido árabe y normanda, y finalmente italiana, pero con un marcado acento del sur. Sicilia es el volcán más activo de Europa, el Etna, y también es Palermo, las procesiones de Semana Santa y la camorra siciliana. Pero además de todo ésto, Sicilia son cientos de kilómetros de playas de aguas cálidas y de aires diferentes entre sí. A continuación os presentamos cinco playas que no dejar de visitar en vuestra ruta por Sicilia.
Playa de Castellammare del Golfo
Tras visitar el impresionante templo dórico de Segesta, no es mala idea desplazarnos media hora en coche hacia el norte, y hacer parada en Castellamare del Golfo. Allí encontraremos una playa muy animada y desenfadada, a imagen y semejanza de los sicilianos. Chiringuitos y música de pachanga se fusionan con miles de parasoles y tumbonas colocados sobre arenas extremadamente finas. La playa de Castellamare del Golfo no es la más tranquila del mundo ni la de aguas más cristalinas, pero nos permitirá sentirnos como unos sicilianos más en un cálido, ruidoso y alegre día de verano. Podremos alquilar tumbonas a partir de 12', y comer ensaladas, porciones de pizza, frutas y helados en cualquiera de sus múltiples chiringuitos. Aparcar al lado de la playa no es caro: 3' por todo el día.
Playa de Selinunte
Nadie nos perdonaría si tras visitar las ruinas de Segesta no hacemos lo propio con las de su eterna polis rival, Selinunte. En cualquier caso, acercarnos a la antigua colonia griega no nos ha de suponer ningún sacrificio, al contrario, pues las ruinas de los templos de Selinunte son de las más preciosas e importantes del Mediterráneo ' pensemos que uno de sus templos llegó a superar en tamaño al mismísimo Partenon de Atenas'. Pero lo que poca gente sabe es que a pocos cientos de metros de las ruinas de Selinunte encontraremos una preciosa cala nada masificada y perfecta para darse un chapuzón. Ya desde sus aguas, podremos vislumbrar la silueta de los templos dóricos milenarios recortados contra el cielo, por ejemplo el magnífico Templo E de Selinunte, dando lugar a uno de los recuerdos imborrables de nuestro viaje a Sicilia.
Playa de Giardini Naxos
Hablando de antiguas colonias griegas de Sicilia, no podemos dejarde mencionar la primera de ellas, Naxos. Sus ruinas se pueden visitar, pero además tenemos una enorme playa de aguas plácidas y arenas finas en sus proximidades. En Giardini Naxos no nos faltarán opciones a nivel de restauración, puesto que hay muchísimos restaurantes a lo largo de su paseo marítimo, con precios bastante ajustados. Un buen plan para visitar Giardini Naxos puede ser hacerlo antes de subir a pasar la tarde a Taormina, el pueblo más turístico y chic de toda Sicilia 'desde el que podremos contemplar anochecer en las playas de Giardini Naxos desde alguno de sus miradores.
Playa de Mondello
Situada en el norte de Sicilia, muy cerca de Palermo y totalmente cercada por vallas, esta curiosa playa es apenas accesible para el turista ocasional, puesto que sólo se puede acceder a la playa tras pagar 10' por persona por una sombrilla, 5' si es a partir de las 14h. La hora límite de entrada es a las 18h, y la playa se ha de vaciar a las 19h. Otras dificultades nos esperan en Mondello, puesto que aparcar en su paseo marítimo es prácticamente imposible y lo más probable es que hayamos de dejar el coche en la estación de tren, pagando la voluntad a alguno de los aparcacoches improvisados que tanto pululan por Sicilia. Además, apenas hay restauración en un paseo marítimo que es kilométrico y formado por antiguas villas señoriales, ya que esta localidad se hizo famosa a finales del siglo XIX por ser un centro de tratamientos termales y de salud, y allí acudía lo más granado de la sociedad siciliana. Mondello es hoy día un pueblo de turismo masificado, pero tiene el aliciente de ver unas playas diferentes, que están repletas de casetas, zonas perfectamente delimitadas y con estrechos pasillos que nos conducirán a la orilla del mar si finalmente nos animamos con ella.
Playa de Cefalu
Aviso de navegantes: es muy probable que Cefalù sea la playa quemás nos guste de Sicilia. El pueblo muere en sus orillas, dando lugara esa estampa tan característica y mediterránea de casas con la ropa tentida y secándose hacia el mar. La playa de Cefalù es deliciosa, con aguas muy limpias y perfectamente dotada de servicios y duchas. La restauración de primera línea de playa es de calidad y a precios ajustados. Probar la Zuppa di mecce, unos mejillones muy, muy ricos mientras observamos la actividad en la playa pasará a ser otro de nuestros momentazos en Sicilia. Además, el pueblo de Cefalù guarda unas calles e historia de corte medieval muy interesantes, comenzando por su fotogénica catedral normanda.