Durante el evento especial para la presentación de las futuras obras mexicanas dentro de la administración actual de México, se han comunicado algunos de los detalles del próximo nuevo aeropuerto internacional de la Ciudad de México.
Como preámbulo a la noticia del proyecto ganador, en la primavera de este año, el Gobierno Federal de México lanzó el concurso internacional por invitación para el desarrollo de la más grande infraestructura aeroportuaria en América Latina, el nuevo aeropuerto internacional de la Ciudad de México. El concurso tuvo la participación duplas entre despachos mexicanos y oficinas de prestigio internacional.
La colaboración, entre el más importante arquitecto experto en aeropuertos y ganador del Pritzker, Norman Foster, FR-EE Fernando Romero EntrepisE y NACO -Netherlands Airport Consultants- ha sido la ganadora de dicha competencia internacional.
El proyecto ganador, ubicado en un terreno de 555,000 m2, se basa en la máxima conectividad, en brindar cortas distancias de recorrido y hacer los mínimos cambios de nivel. Su diseño tiene una escala monumental inspirada en la arquitectura y el simbolismo mexicano y busca minimizar el impacto ambiental al involucrar sistemas de construcción de acuerdo a las condiciones del terreno. Está pensado para alcanzar el certificado LEED Platinum, calificándolo en el futuro como el primer y más sustentable aeropuerto del mundo.
El objetivo del concurso era revolucionar el diseño de los aeropuertos, así como la experiencia de viajar; la creación de un edificio y la infraestructura que no sólo llevará a cabo durante el siglo XXI, pero que también se manifestará como un icono para México.
La arquitectura del proyecto ganador toma como concepto uno de los símbolos más prominentes de México, el águila posada sobre un nopal florecido devorando a una serpiente. Conceptualmente, un jardín de cactáceas recibirá a quienes lleguen a la terminal, la guía de acceso se construirá con elementos que simbolicen a la serpiente y el techo de la entrada evocará al águila con sus alas abiertas en vuelo, en una estructura ligera.
Concebido por el equipo de ingeniería de Foster + Partners, el proyecto revoluciona el diseño de aeropuertos, una única terminal encerrada dentro de una membrana ligera continua, casi aerodinámica, que abarca las paredes y el techo en una sola línea fluida, evocadora del vuelo en esencia.
La estructura es liviana e ideal para las condiciones del terreno, con el objetivo de minimizar el impacto ambiental. Está basada en la repetición, en ser rápida y económica de construir; todas estas ideas necesarias reflejadas en un sistema prefabricado, casi auto edificable y sin la necesidad de andamios.
La unión de especialistas internacionales y la innovación y construcción local permitirá la construcción de un edificio con considerable altura, poseyendo un tercio de masa y tres veces el claro de un aeropuerto típico.
El equipo está trabajando con grupos de investigación ambiental e ingenieros especializados para asegurar que el aeropuerto de la Ciudad México tenga la certificación LEED Platinum; para ello el inmueble incluye prácticas sustentables como el máximo aprovechamiento de la luz del sol, la recolección del agua de lluvia y la utilización sistemas de ventilación naturales.
Flexible en funcionamiento, su diseño anticipa el aumento previsto del número de pasajeros para 2028 y más allá, y su desarrollo tiene la intención de ser catalizador para la regeneración de la zona circundante.