Para los turistas extremos, existe una fuente de diversión y desafío en los mares de México.
Esta aventura tiene que ver con la ecodiversidad con la que se cuenta en nuestro país, en especial en lo que se refiere a las especies marinas. También se relaciona con el buceo, una de las actividades más propicias y emocionantes para realizar en las aguas mexicanas. Estamos hablando de bucear con tiburones toro, divertimento extremo solo para buzos experimentados y sumamente audaces.
La experiencia de nadar sin jaula, acercarse a estos escualos colosales, observar la manera en la que se alimentan, el modo en el que sus poderosas mandíbulas se abren y se cierran, es única y nos hace tomar conciencia de la fuerza y ferocidad de ciertas especies animales.
Muchos turistas extremos acostumbran viajar a Playa del Carmen, año con año, durante los meses de enero y febrero, para atreverse a esta emocionante experiencia. Y es que, durante este periodo, debido a las bajas temperaturas que registran las aguas de este lugar, es cuando los tiburones toro se aproximan a las playas de este destino turístico quintanarroense, con el propósito de tener a sus crías, en la zona de manglares que allí se localiza.
El tiburón toro es robusto e impresionante, puesto que llega a alcanzar los 3.5 metros de longitud y superar los 300 kilogramos de peso. Se sabe que tiene un talante agresivo y ha sido protagonista de varios ataques no provocados a seres humanos. De tal suerte que, bucear con tiburones toro en los mares de México, es una garantía de adrenalina al máximo. Estos escualos, si bien habitan en agua salada, gustan de internarse en agua dulce y con frecuencia se les ha avistado en estuarios, ríos e incluso algunos lagos localizados en los países de América Central. Su alimento principal son las tortugas, delfines, peces y tiburones de mejor tamaño.
Bucear en la proximidad de los tiburones toro requiere de la asesoría de buzos expertos en esta experiencia. En Playa del Carmen existen varios de ellos y negocios de excursiones que ofrecen guiarnos con seguridad en esta aventura extrema.
Algunas recomendaciones que deben seguirse, al llevar a cabo esta peligrosa práctica recreativa, son las siguientes: hay que respetar a estos animales y su hábitat; a lo largo de la inmersión, se debe permanecer quieto, hincado e incluso recostado en el fondo marino, hombro con hombro con los buzos que nos acompañen; evitar moverse bruscamente y mantener los brazos pegados al cuerpo; utilizar prendas oscuras, para evitar que, con tonos llamativos, los escualo se confundan y nos agredan y, finalmente, al volver a la superficie, hacerlo con decisión y sin titubeos, para evitar riesgos de ataque por parte de los tiburones toro.