Clavados

Los clavados o saltos acuáticos son una vía de esparcimiento o disfrute deportivo que se lleva a cabo lanzándose al agua.

Esta última puede ser el agua de un lago, un río, una alberca o el propio mar. El salto debe hacerse desde algún punto elevado, ya sea vibrátil o fijo. En este último caso, puede tratarse de las orillas de un cuerpo de agua, un montículo rocoso, un acantilado o también un puente que se ubique cercano al agua. En lo tocante a sitios agrestes, que no se encuentren adaptados para desarrollar actividades deportivas, también se pueden efectuar clavados, aunque se requiere tomar precauciones adicionales.

Si se opta por tomar como punto de salto una base vibrátil, pueden idearse varias opciones para ello, como por ejemplo, una cuerda tendida entre las orillas del cuerpo de agua elegido para efectuar el clavado. Estos saltos se perfilan ante quienes los practican, como instantes de enorme belleza, que demandan, como en el caso de la gimnasia, un alto grado de precisión, ??nicamente se logran completar clavados perfectos siguiendo una buena preparación, cultivando una férrea disciplina, soportando horas y horas de entrenamiento y demostrando un gran valor, al momento de arrojarse desde las alturas al agua.

Los torneos de clavados datan desde la Grecia Antigua, cuando se efectuaban formidables saltos desde las costas del Peloponeso y de las ínsulas Eólicas. Los cretenses también fueron expertos clavadistas. Los Juegos Olímpicos integraron a los clavados como una disciplina de competencia en 1904. Los clavados en categoría femenil aparecieron hasta los Juegos Olímpicos de Estocolmo en 1912 y los saltos en trampolín surgieron como una consecuencia de los avances en la gimnasia en el continente europeo, durante el siglo XIX. Fue hasta la Copa del Mundo de Clavaos que se incluyeron de manera oficial los saltos sincronizados y en los juegos de Sidney 2000 fueron considerados como una disciplina olímpica más.

Por último, cabe mencionar que los clavados se dividen en seis grupos principales: los clavados hacia adelante, hacia atrás, en sentido inverso, hacia adentro, con tirabuzón y desde equilibrio en manos, una de las modalidades de mayor dificultad. Los jueces encargados de calificar los saltos, por lo común toman en cuenta aspectos como la aproximación, el impulso, la elevación, la ejecución, la entrada al agua y el grado de dificultad que haya presentado el clavado. En el caso de los clavados sincronizados, además de lo anterior, se califica el nivel de coordinación que demuestren los deportistas.
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