Su belleza se debe al paso del tiempo.
En su formación quedaron al descubierto unas impresionantes cavernas localizadas en el techo del arco. Sus muros de hasta 40 m de alto presentan caprichosas formaciones geológicas con estalactitas y estalagmitas de roca calcárea que semejan grandes huesos. Estas paredes son un paraíso para la escalada en roca, en donde ya existen algunas rutas armadas de escalada deportiva, las cuales ascienden por duros desplomes. Desde lo alto del arco se puede practicar el rappel.