Desarrollar actividades de esnórquel en zonas de arrecife se perfila como una de las mejores dinámicas turísticas que pueden tenerse.
Mucha gente aprende a nadar exclusivamente con el objetivo de dar el gran paso al buceo y el esnórquel. Y es que,
explorar arrecifes buceando es como viajar a un lejano mundo en el espacio y descubrir poco a poco sus exóticas formas de vida. Por tal motivo, uno de los consejos más atinados que pueden darse a una persona que nunca haya visitado el Caribe Mexicano y no sepa nadar, es que antes de viajar aprenda natación, para así no perderse una vivencia emocionante como pocas.
El Arrecife Mesoamericano es un atractivo irresistible para todos aquellos quienes disfrutan de los deportes náuticos relacionados con el submarinismo. De igual manera, los interesados en conocer los ecosistemas naturales más característicos de México, seguramente hallarán el arrecife mesoamericano como un sitio indispensable de explorar para cuando desarrollen una travesía al estado de Quintana Roo.
Estamos hablando de la segunda barrera de arrecifes de mayor tamaño en el mundo y la de mayores dimensiones en el hemisferio oeste. Se despliega a lo largo de 1000 kilómetros por las zonas costeras de México, Honduras, Guatemala y Belice. Es un ambiente caracterizado por muchos corales, manglares, humedales, praderas de hierbas subacuáticas, lagunas y playas preciosas.
Valiosa reserva natural del continente americano, en esta región habitan cerca de 60 especies diferentes de corales, cientos de variedades de moluscos, numerosas clases de mamíferos marinos y más de 500 tipos de peces. Es en cierto sentido, un universo completo para explorar gracias al buceo y el esnórquel.
El singular hechizo del
Arrecife Mesoamericano no solo lo perfilan como un sitio turístico, sino como un motor económico fundamental para muchas de las familias que habitan las comunidades costeras cercanas. Durante siglos los moradores de estas poblaciones han aprovechado sabiamente estas playas caribeñas, para obtener caracoles, peces, tortugas y agua. No obstante, cabe tener precaución con este tipo de explotación, especialmente en el presente, con los problemas asociados al turismo masivo, la pesca no regulada y el cambio climático global.
El Arrecife Mesoamericano inicia en la península yucateca, a la altura de la Isla Contoy. Luego se extiende hacia el sur, por las costas beliceñas, llenas de cayos y atolones, alcanza ciertas partes de Guatemala y culmina en las hermosas Islas de la Bahía en aguas hondureñas.