Tomatlán, en el estado de Jalisco, es un refugio apacible, localizado entre un estero y el mar. Allí, los visitantes tienen la oportunidad de descansar en palafitos, en pleno contacto con el entorno natural.
Al arribar allí, cada panorama es algo sorpresivo. La belleza silvestre es caáz de quitar el aliento: vírgenes playas de blanca arena, canales de cristalina agua, abundantes manglares y el estero denominado “El Ermitaño” son motivos suficientes para gozar de este sitio a lo grande.
Como si se tratara de una mágica historia, los visitantes pueden observar por estos rumbos de México, espejos de agua que en la noche se vuelven océanos de estrellas y observar puestas de sol de enorme belleza, de esos que nunca se olvidan de tanta belleza que ofrecen.
Justo en esta reserva ecológica protegida en Tomatlán se encuentra el Hotelito Desconocido, un sitio por demás tranquilo y apartado del ajetreo del mundo moderno.
Es aconsejable que quienes lo visiten disfruten de los llamados palafitos, es decir, habitáculos levantados dentro de cuerpos de agua utilizando estacas, las cuales están decoradas con gran colorido y exóticas artesanías mexicanas. Cada uno de estos palafitos está decorado de manera particular y tiene un nombre alusivo a la lotería mexicana.