Aun cuando no se haya viajado nunca a las Islas Bahamas, seguramente se ha escuchado hablar de ellas, como un destino turístico que parece extraído del sueño más atractivo.

Y por supuesto, quienes hayan tenido tal experiencia, no se equivocan en su apreciación. Las playas de las islas Bahamas son verdaderas maravillas de tersa arena blanca, a cual hace un fascinante contraste con el mar de color índigo y las palmeras inquietas por la brisa de los Alisios.

Pero lo mejor de las Bahamas no se agota en lo anterior y es que los turistas pueden hallar en ellas, no solamente una, sino dos variedades de santuarios costeros: unos de ellos son playas vírgenes y solitarias, excelentes para el romance y para olvidarse de todos los problemas asociados a la vida en las grandes ciudades. Los otros son playas sumamente dinámicas y bellas, en las cuales se tienen disponibles muchas actividades de esparcimiento que vale la pena aprovechar.

Para quien tenga pensado descubrir los mejores puntos turísticos de las Islas Bahamas, en lo que sigue mencionaremos uno de los más aconsejables. Se trata de la Isla de Andros, en donde, por supuesto, se tiene la oportunidad de disfrutar de playas preciosas, con toda la magia de las Antillas.

Qué visitar en la Isla de Andros

Andros es una de las islas más famosas del archipiélago de las Bahamas. Si población ronda en los 8 mil habitantes. Estamos ante la isla de mayor tamaño en la región, con sus 160 kilómetros de norte a sur y sus 45 kilómetros de este a oeste. Tiene una superficie total de 5,957 kilómetros cuadrados y su costa oriental tiene el tercer arrecife coralino más grande del planeta. Andros puede hallarse al oeste de Nueva Providencia y se define por poseer playas magníficas, notables arrecifes para ser explorados practicando el buceo o el esnórquel, grutas misteriosas, una vegetación profusa y numerosas aves de distintas especies, detalle este último que hace del lugar, una visita obligada para los aficionados a la ornitología.

La isla de Andros contrasta de interesante manera con otros lugares de las Bahamas, como por ejemplo, la Isla de New Providence o la capital de esta comunidad isleña, Nassau, en donde pueden hallarse numerosas opciones de alojamiento. Andros, por su parte, es un paraíso para quienes disfrutan de las actividades al aire libre, especialmente porque uno se mantiene en contacto pleno con la naturaleza. Los turistas en la isla de Andros tienen acceso a playas encantadoras, bosques densos y vastos, excelentes para fotografiar y grandes reservas de vida marina. De entre las actividades predilectas por los turistas en la Isla de Andros, sobresalen la contemplación de las aves que sobrevuelan la ínsula, la pesca deportiva, gracias a la cual se pueden capturar variadas especies y la compra de artesanías locales en la pequeña comunidad de Red Bay.

Cómo llegar a la Isla de Andros

Para visitar la isla de Andros se tiene la opción de tomar un vuelo de corta duración desde la capital Nassau. Pero este trayecto también se puede hacer en ferry, si bien no hay salidas todos los días. Para llegar a Nassau, antes hay que hacer una escala en la ciudad de Miami. En la isla de Andros hay cuatro diferentes aeropuertos, por lo cual, es necesario determinar cuál es el que aparece más cerca de nuestro sitio de hospedaje.

Información relevante acerca de la Isla de Andros

Para cuestiones de alojamiento en la Isla de Andros, es aconsejable quedarse en el Small Hope Bay Lodge, el cual es excelente para los buceadores. Se trata de un pequeño conjunto de cabañas, ubicadas entre palmeras, en donde se puede practicar la vela, el piragüismo y otros deportes náuticos.

Actividades a realizar en la Isla de Andros

Además de las actividades anteriores, aconsejamos pasear por el norte de la isla de Andros, para conocer a la tribu indígena de los Seminole. Ellos integran una fascinante comunidad dedicada a la creación de artesanías, como por ejemplo, canastas y objetos tallados en madera. Los indígenas de la tribu Seminole gustan mucho del interés que despierta su trabajo entre los visitantes y por supuesto, se muestran encantados de poner a la venta sus artesanías.