Isla del Coco, es uno de los puntos con mayor magia en el mapa de Costa Rica.
De hecho, pudo haber servido de inspiración a varios relatos sobre piratas, como es el caso de la novela de Robert Louis Stevenson, “La Isla del Tesoro”. Además, el oceanógrafo francés Jacques Cousteau, llamó alguna vez a este lugar, “la isla más hermosa del mundo”. Es una de las ínsulas de mayor importancia en Costa Rica, por el hecho de que sirve de morada a una gran cantidad de especies de animales. Por ello, Isla del Coco es de especial interés para los aficionados a la contemplación de los entornos silvestres.
Estamos ante la isla deshabitada más grande del mundo, la cual es a su vez, un importante Parque Nacional localizado en pleno Océano Pacífico. Isla del Coco se ubica a 532 kilómetros de Cabo Blanco y cuenta con una extensión de 2,309 hectáreas terrestres y 97, 235 hectáreas marinas. Esta ínsula tiene orígenes volcánicos, y surgió de uno de muchos volcanes de la cordillera submarina de Cocos, hace un par de millones de años. Desde una perspectiva geológica, Isla del Coco está integrada a la zona dorsal oceánica de Cocos, la cual vincula a las islas Galápagos con el área marítima de América Central.
Qué visitar en la Isla del Coco
Si bien el nombre de “Coco”, nos puede hacer pensar que en esta isla abunda en palmas cocoteras, lo cierto es que aparecen solamente en escasos puntos de esta irregular costa. Para mucha gente, el nombre de la isla se debe a que, desde cierta perspectiva, su geografía evoca a uno de estos frutos. Lo cierto es que, durante mucho tiempo, la Isla del Coco sirvió de lugar de abastecimiento de agua y rincón de reposo, de los navíos piratas.
Y si bien la pesca deportiva y comercial, está prohibida en Isla del Coco, y tampoco los campamentos están permitidos, esta ínsula es un sitio de descanso y de refugio para varios pescadores que se desenvuelven en sus cercanías. En nuestros días, en la Isla del Coco tiene lugar un intenso turismo, científico, naturalista y recreativo, por el atractivo que ofrecen bahías con protección oficial como la de Iglesias, Wafer y Chatham. Estas últimas son excelentes para el buceo, la actividad predilecta de quienes visitan este sitio.
Por su gran tamaño y su espléndido aislamiento, la Isla del Coco se proyecta como uno de los parajes silvestres menos alterados por el ser humano, con un elevado nivel endémico y una gran variedad biológica. Su circunstancia de parque nacional y de zona de preservación marina, le otorgan una condición de espacio protegido para que muchas especies se reproduzcan sin el peligro de las actividades pesqueras.
Isla del Coco le ofrece al turista la posibilidad de conocer animales asombrosos y plantas exóticas, así como también, de vivir grandes aventuras submarinas.
Cómo llegar a Isla del Coco
A Isla del Coco solo se puede llegar por vía marítima. Esta travesía tiene una duración aproximada de 32 horas y comienza en el puerto de Puntarenas, aunque también, ocasionalmente en Golfito y Guanacaste. La ruta es desarrollada por navíos turísticos, veleros, pesqueros y embarcaciones particulares.
Información relevante acerca de Isla del Coco
Lo que debe visitarse en la Isla del Coco es el Parque Nacional que allí se encuentra. Es un ámbito donde el mar y la tierra combinan su belleza para ofrecer a los visitantes una experiencia increíble. Es fascinante explorar, tanto sus senderos frondosos, como las profundidades oceánicas del lugar.
Actividades a realizar en Isla del Coco
El Parque Natural Isla del Coco fue desarrollado en 1978 y ostenta el record de más tiburones por yarda cúbica de agua. Esto nos expresa mucho acerca de la riqueza ecoturística de esta ínsula costarricense. En ella se han catalogado más de 1600 especies de animales, tanto marinos como terrestres, 235 variedades de plantas, 362 de insectos, 2 de reptiles de tipo endémico, en específico la salamandra y la lagartija, 3 especies de arañas, 57 de crustáceo, 85 de aves, 118 de moluscos, 18 de corales y más de doscientas especies de peces. En las zonas más profundas de la isla, es frecuente avistar a la misteriosa ave conocida como espíritu santo.