La costa de la provincia de Trapani es bellísima, en ella se suceden bahías y encantadoras playas a orillas de un mar cristalino que despliega todas las tonalidades de azul: del verdoso al marino.
En frente, el espectacular panorama de las Islas Égadas. Un marco incomparable, perfecto para cualquier tipo de vacaciones que hace especial cualquier período del año. Además del mar y la playa, se pueden admirar numerosos pueblecitos a lo largo de la zona: Alcamo, Campobello Di Mazara, Castellammare del Golfo, Castelvetrano, Custonaci, Erice, Marsala, Mazara Del Vallo, Petrosino, San Vito lo Capo y Trapani.
Localidades llenas de vida y bañadas por el sol y el mar, que ofrecen una historia y una cultura sumamente interesantes.
Lo que hay que ver
Cada uno de los pueblos, hasta el más pequeño, de la costa de Trapani, es una pequeña joya que el turista no debe perderse. Arte, historia y mucha naturaleza, son sus protagonistas.
En primer lugar, San Vito lo Capo, una auténtica perla del Mediterráneo, con algunas de las playas más bellas de Italia. Son de gran interés su Santuario, el templete de Santa Crescenzia y el torreón, todos ellos en estilo árabe-normando, así como las torres diseminadas a lo largo de la costa: Scieri, Mpisu e Isulidda. Destaca también el Museo del Mar, que alberga los restos recuperados de los fondos marinos, entre ellos los pertenecientes a un barco normando que yace en el fondo del mar frente al Faro, símbolo, este último, de San Vito lo Capo. Es un "monumento" también la Gruta del Uzzo, con restos que se remontan al Neolítico y que se encuentra en la Reserva dello Zingaro.
Además de la historia destaca naturalmente el panorama, aquí la vista se desliza de los característicos molinos de viento de Marsala a las amplias Salinas de Trapani y Paceco. En Trapani no hay que perderse el Castillo della Colombaia y los interesantes edificios del centro.
Lo que hay que hacer
Sin lugar a dudas, el mar cristalino y la arena dorada de estas zonas son ideales para el relax y para practicar deportes de agua. Además de relajarse sobre las espléndidas playas de toda la costa, los amantes del mundo sumergido pueden admirar el panorama submarino del mar de Scopello y de la Reserva dello Zingaro, descubriendo la espectacular Gruta dei Gamberi. Apreciado por los submarinistas es el litoral de Petrosino, debido a la gran cantidad de peces que lo pueblan. Se pueden ver, entre otros, delfines, tortugas y, entre abril y junio, el paso de los atunes.
Una breve excursión hay que hacer a la pequeña Bahía de Cornino, una maravillosa ensenada a los pies del Monte Cofano con el puerto rodeado por las casas blancas de los pescadores.
Lo que no hay que perderse
Los amantes del vino encontrarán en la zona de Trapani el lugar ideal para degustarlo. Son dos los lugares a visitar: Marsala, que da nombre al vino licoroso (Denominación de Origen Controlada, DOC) que se produce en esta zona; y Alcamo, donde se produce el homónimo vino DOC.
A 750 metros de altitud, en lo alto de la roca del Monte San Giuliano, surge el encantador pueblecito de Erice. Una mezcla de mito y de historia recorre los callejones de esta localidad, dominada durante siglos por élimos, fenicios, griegos, romanos, vándalos y normandos. Visitar Erice es casi una obligación no sólo por los antiguos tesoros que custodia sino por el increíble panorama que ofrece de la costa.
Desde el puerto de Trapani se puede partir para una inolvidable excursión por las islas Égadas, un excelente consejo que no hay que dejar de lado.
Las Égadas
Son un espectáculo natural de incomparable belleza, por las playas limpísimas y las aguas cristalinas. El archipiélago está formado por tres islas grandes —Favignana, Levanzo y Marettimo— además de una serie de islotes y escollos. Las Égadas forman parte de la homónima Reserva Marina.
Puntos de interés
En Marettimo, destaca su característico centro habitado lleno de casitas de pescadores. Con la barca se puede llegar a las numerosas grutas, como las del Camello y del Atún.
En Levanzo, en la Cala Minnula, se podrán visitar, con un guía submarinista, los restos de una antigua embarcación de edad romana. Magnífica es también la Gruta del Genovese con incisiones y dibujos prehistóricos.
En Favignana hay que bañarse en las aguas de Cala Azzurra, llamada así por el color de sus aguas. Maravillosa es también la Gruta "Perciata", término que en dialecto indica que la gruta está "agujereada" en la parte superior. Por la abertura entra la luz del sol que hace resplandecer las aguas.