La Isla de Elba es la mayor de las islas de Toscana y encierra el atractivo y la exclusividad de un territorio lleno de historia, civilización y cultura.
Gracias a sus características geológicas y a su particular posición geográfica esta isla se considera un laboratorio al aire libre para geólogos, naturalistas y botánicos.
Una realidad única en la que admirar estupendos rincones, inolvidables atardeceres y gozar del inmenso atractivo de esta isla del archipiélago toscano.
Elba está, además, llena de historia y ofrece testimonios etruscos, romanos y medievales.
Basta pensar en la zona de Portoferraio, capital y lugar de amarre casi obligatorio para el que llega a la Elba.
Esta localidad es la de mayor número de habitantes de toda la isla y custodia algunos grandes tesoros de la cultura de Elba y toda la fascinación de la dominación de la familia Médici. Cosme I de Médici dotó a Portoferraio de un lustre y una importancia jamás alcanzada hasta ese momento.
De hecho aquí hizo construir una fortaleza inexpugnable que ha llegado hasta nuestros días. Dentro de dicha fortaleza se suceden las calles del casco antiguo, lleno de lugares que visitar. Antes de los florentinos -que llamaban 'Cosmopolis' a Portoferraio- el lugar había sufrido diversas invasiones, entre ellas la romana, documentada a través de los restos de la Villa della Linguella, al final del paseo marítimo, y de Villa delle Grotte, en la carretera provincial que une Portoferraio con Porto Azzurro.
Para recordar la presencia del Emperador de Francia, Napoleón, exiliado en la Isla de Elba, se cuenta con el Museo Napoleónico presente en la Villa de los Molinos, dentro del casco histórico y en Villa San Marino, nada más salir de la ciudad.
Otro lugar lleno de historia es el Castillo del Volterraio, en la calle del mismo nombre, que une la localidad de Río de Elba con Magazzini. Fue construido por los pisanos durante su dominación como lugar de avistamiento y aparece hoy como una meta irrenunciable para los amantes del senderismo y para todos aquellos que quieran admirar un magnífico panorama sobre el centro de la isla.
También Porto Azzurro está llena de testimonios del pasado Se trata de una de las localidades más conocidas de la isla de Elba, que se desarrolla sobre una ensenada protegida por el Golfo de Mola. La historia de esta localidad está marcada por la dominación de los españoles (siglo XVII) que construyen aquí un asentamiento.
La huella más importante de la invasión española es el Fuerte de Santiago (Forte San Giacomo) que aún hoy domina desde lo alto las casas modernas. En cualquier caso todo en Porto Azzurro es sugestivo: la tranquila bahía a la que llegan los turistas, la plaza rodeada de tiendas y de restaurantes y la vista del puerto. Dentro de la muralla de la fortaleza se encuentra la bellísima iglesia barroca de Santiago Apóstol, que recuerda en la forma y en la estructura a las iglesias de Barcelona.
A tres kilómetros del casco histórico surge el Santuario de la Virgen del Moserrato, en la que se conserva la imagen de la Virgen Negra. Desde la plaza de ingreso al Santuario se goza de una espléndida vista de la playa de Barbarossa, paraíso de los submarinistas.
Parece increíble, pero a pocos metros de distancia existen realidades muy distintas entre sí hasta el punto de hacer pensar que la Elba esté compuesta por muchos pequeños mundos. Considerando los ochos municipios de esta espléndida isla (Portoferraio, Marciana, Marciana Marina, Campo nell'Elba, Porto Azzurro, Rio Marina, Capoliveri y Rio Elba) cada uno de los cuales parece un pequeño mundo con particularidades únicas: se puede notar en la cultura, en las tradiciones, en la cadencia lingüística, en la arquitectura de los cascos históricos pero también en las rocas y la vegetación de las distintas costas.