Vistas extraordinarias
Una Torre del Agua, una playa de arena de 14 kilómetros de longitud, un paisaje impresionante con dunas que alcanzan los 20 m de altura y una naturaleza de ensueño: así se resume la isla frisia oriental de Langeoog. Su especial encanto atrae a muchos turistas.
Langeoog se encuentra intercalada entre las marismas y el mar ocupando una superficie de unos 20 km². A pesar de estar expuesta a las fuerzas de la naturaleza desde tiempos remotos, Langeoog es la única de las islas frisias orientales que hasta el momento no ha necesitado sistemas de contención en la costa. No obstante, los turistas se pueden sentir seguros porque en el lado del mar, las dunas periféricas generan una barrera natural y, en el lado de las marismas, el dique de Flinthörn y de Oster la protegen de las tempestades procedentes del mar del Norte. En verano, cuando puede visitarse la Torre del Agua, símbolo de la isla construido en 1909, se puede disfrutar de las mejores vistas de la isla. El parque nacional del mar de Frisia de Baja Sajonia se presenta en todo su esplendor. Con un poco de suerte, también se puede observar una de las mayores colonias de gaviotas argénteas de Alemania.
En Langeoog no se permite la circulación de automóviles, y durante la temporada alta, incluso se prohíbe el tráfico de bicicletas en la zona de las principales calles comerciales. Por lo tanto, no hay nada que impida disfrutar de un día de compras mientras se respira el aire fresco del mar del Norte. Quien además se interese por la historia de la isla, debería visitar el museo marítimo de Langeoog donde se ubica el gran acuario del mar del Norte. ¡Una experiencia para toda la familia!
Langeoog demuestra su peculiaridad al clasificar las playas en diversos sectores: por ejemplo, una playa para no fumadores. Otros sectores de la playa se han bautizado como "playa de la juventud", "playa del surf", "playa de los perros" y "playa de las cometas". Es decir, para cada uno un tipo de playa.