La región Nordeste de Brasil ocupa una enorme superficie de mas de 1 millón y medio de kilómetros cuadrados (3 veces España) de 9 estados brasileños.
Su perfil sobre el Atlántico se extiende por mas de 2.000 kilómetros y se le conoce como la Costa de Oro.
El interior del Nordeste de Brasil encierra dos amplias mesetas entre cerros: la Chapada Diamantina y la Chapada de Araripe, con impresionantes cañones y vegetación, que son dos destinos turísticos ideales para los amantes de la naturaleza y los lugares poco visitados.
Hoy nos acercamos a un punto determinado de la Costa de Oro: Maceió. Capital del Estado de Alagoas y una gran ciudad con casi un millón de habitantes, Maceió es la puerta de entrada a un amplia oferta turística.
La clave de este lugar es su clima y la potente belleza de sus playas. Aquí el clima no registra muchas variaciones durante todo laño. El mes mas frío es cuando se acumulan las pocas lluvias de la región, en julio, y el mercurio no baja de los 20 grados.
Por el contrario, durante el "verano" se nota la ventaja de estar tan próximo al Ecuador y la influencia de los vientos alisios. En enero, por ejemplo, la temperatura alcanza los 32 grados o poco mas.
Condiciones ideales para aprovechar las playas durante todo el año. Estas se extienden a lo largo de toda la ciudad y se las divide en dos sectores:
Costa de los Corales
Desde el centro y hacia el norte de Maceió. Estas playas cuentan con piscinas naturales a partir de las formaciones coralinas que embalsan el agua del Atlántico. Estas "lagunas" son ideales para visitar en barca y echarse a bucear en poca altura, a pesar de estar a gran distancia de la costa. En algunos casos, también se pueden disfrutar sobre la paya misma.
Entre las playas de este sector: Barra de Santo Antonio, Porto de Pedras, Paripueira, Japaratinga (ideal para ir con niños porque casi no hay olas) o Maragogi.
Costa del Litoral Sur
Están un poco mas alejadas, son mas solitarias aunque en algunas de ellas hay complejos turísticos muy completos.
Piaçabuça, donde se encuentran las hermosas dunas de arena blanca de Praia do Peba; Coruripé, con un faro y extensas playas vírgenes (y con lagunas coralinas sobre la playa); Barra do Sano Miguel, con su complejo hotelero o Deserto, ideal para los mas aventureros (en algunos casos no hay ni caminos para llegar a la playa) y amantes del buceo.
Buceo en Maceió
El litoral de Maceió cuenta con condiciones únicas para el buceo. Grandes formaciones de corales, rico subsuelo marino y barcos hundidos.
A esto hay que sumarle que las aguas ofrecen una visibilidad óptima de entre 7 y 30 metros. Y un temperatura envidiable todo el año. ¡Perfecto!
Entre los barcos hundidos que se encuentran frente a estas costas se encuentran algunos buques víctimas de grandes tragedias: el naufragio Draguinha de 1961, el Sequipe II hundido en 1935, y el famoso Itapajé de 1943. Todos ellos se convirtieron en la morada de cantidad de especies marinas, sobre todo rayas, tortugas y peces de gran tamaño.
otros puntos atractivos para el buceo en Maceió son los Cabeços. Se trata de formaciones naturales de piedras y corales, que pueden medir entre 20 y 60 metros de diámetro, que sirven de hábitat para una intensa vida marina. Aquí podrás bucear en aguas agradablemente cálidas, que rondan los 28 grados centígrados.
Otro punto a tener en cuenta es la Praia do Frances, a unos 20 kilómetros al sur de Maceió. Desde la playa puedes disfrutar de los arrecifes de corales e interesantes algas calcáreas fosilizadas, que forman una barrera de dos kilómetros y medio, creando una verdadera piscina natural cuando la marea está baja. Profundidad: 10 metros Visibilidad: 2 a 8 metros. ¡Ideal!
Estos son solo algunas de las posibilidades que ofrece Maceió para los amantes del sol y el mar. Para los mas tranquilos, kilómetros y kilómetros de playas de arena suave y sombra de cocoteros (que, por cierto, no son originarios de Brasil sino que fueron traídos aquí después de haber acabado con la vegetación autóctona). Para los mas activos, muchas posibilidades en uno de los mares mas bellos de Brasil.
La Costa de Oro de Brasil, un destino para tener en cuenta. Un pedacito del Paraíso.