Lo del marketing de la cámara
GoPro va camino de convertirse en caso de estudio de libro. No es el producto, es la experiencia. Y con experiencias como las del vídeo de arriba, tienes la audiencia asegurada. Porque, ¿cuántos se atreven a tirarse desde una pared vertical en caída libre balanceándose desde una cuerda de unos 90 metros? Muy pocos. Y que lo filmen, todavía menos. No sé si es deporte de riesgo, locura o ambas. El caso es que merece la pena verlo. En este otro vídeo, un vistazo al "cómo se hizo".