Ubicado casi por entero en la zona este de Roatán, playa Guanaja fue hallada por Cristobal Colón en su cuatro y postrero viaje al continente americano.
El famoso navegante, al llegar a este sitio, halló aguas de enorme calidad, así como también, grandes canoas que podían transportar a más de 20 personas. Por este motivo se sabe que los indígenas Paya habitaban en el sitio en aquellos días. Guanaja es una isla bastante particular, de lo más interesante a nivel turístico que tiene Honduras. Guanaja además, nos ofrece una de las playas más grandes de la región, y la que cuenta con mayor cantidad de pinos caribeños, al punto de que Colón nombró de manera original a esta ínsula como isla del Pino.
Guanaja, definida por sus paradisiacas playas y su densa vegetación, es ideal para aquellas personas de talante aventurero que busquen hallar un sitio verdaderamente novedoso y atractivo. Expresado en otros términos, Guanajo es una isla de tipo tropical, especialmente aconsejable para aquellos en busca de disfrutar de los últimos santuarios vírgenes que quedan en el Caribe. Un espléndido clima, brisa suave, abundantes playas de arena clara y casi vírgenes, así como también, aguas de un azul puro e imposible, son algunos de los elementos que construyen el particular hechizo de Guanaja.
Qué visitar en Playa de Guanaja
Aislada de espléndida manera, en los márgenes de los espacios explorados por la civilización, los visitantes tienen la oportunidad de explorar, recorrer e investigar a lo largo de kilómetros de playa, cascadas cristalinas y montañas de vegetación exuberante. Pero además, también se puede disfrutar del buceo en los arrecifes coralinos, practicar la natación o bien, acudir a remotas comunidades que se levantan en lo más profundo de esta ínsula hondureña.
Por supuesto, no todo en Guanaja es soledad ecoturística y profusa naturaleza, puesto que los lugareños han instalado varias opciones de servicios turísticos en donde se puede beber, comer y descansar. También pueden hallarse lugares para ir a bailar por las noches, antes de finalmente ir a descansar de tanta diversión. Al día siguiente, es posible que nos llevemos una grata sorpresa con lo que hallemos. No hay en este sitio carretera alguna, ni coches, ni tráfico. No hay tampoco numerosos hoteles a lo largo de la playa, ni aglomeraciones de turistas. Es una experiencia habitual, pero no por ello menos disfrutable y asombrosa, levantarse de mañana en Guanaja y tras descender a la playa no advertir a ninguna persona en varios kilómetros a la redonda. Por estas condiciones, para aquellos vacacionistas en la búsqueda de un sitio en donde la naturaleza se manifieste cien por ciento pura, Guanajo es el sitio que justamente estaban deseando.
Cómo llegar a Playa de Guanaja
Para arribar a Honduras se tienen disponibles numerosos vuelos directos desde Estados Unidos, México, el continente europeo y otras naciones de Centroamérica. Varios vuelos llegan a Sula, Tegucigalpa y Roatán desde la ciudad estadounidense de Miami, con conexión a otras urbes y destinos turísticos hondureños.
Información relevante acerca de Playa de Guanaja
La comunidad de Guanaja está integrada por unos 10 mil habitantes y buena parte de ellos habita en Bonacca,m una localidad grande, ubicada en el este de la isla. Pueden hallarse dos poblaciones más, un tanto más al este: Mangrove Bight y Savannah Bight. Son realmente dos comunidades de pequeño tamaño enfocadas a la pesca como modo de vida. La primera de ellas la podemos hallar en un terreno llano, entre las costas del Caribe y una impresionante estructura montañosa con varios acantilados.
Actividades a realizar en Playa de Guanaja
Tal y como habíamos mencionado previamente, existen varias cascadas de gran belleza por toda Guanaja. Una de las más atrayentes se encuentra en la zona noreste de la isla. La mejor forma de visitarla es acudiendo al recurso turístico de la casa de la isla, a una media hora a pie. Antes de llegar a este último punto, en el camino se podrán conocer grandes granjas repletas de árboles frutales. En entorno está colmado de uvas, cocos, limones, aguacate, plátanos, etc. Poco después se arriba a las cascadas que les habíamos recomendado: definidas todas ellas por su sugestivo rumor y la transparencia de sus aguas