'Un pequeño pueblecito que se extiende como un gajo de luna en torno a esta cuenca calma', con estas palabras Guy de Maupassant describe Portofino, pequeño pueblo de pescadores de la Riviera Italiana, rodeado por el verde del Parque natural regional y de la Reserva Marina.
Esta espléndida localidad de vacaciones, sumergida en una atmósfera antigua llena de tradiciones marineras, ha sido y sigue siendo enormemente apreciada por artistas, personajes famosos y escritores que le han dedicado distintas obras y elogios.
La 'piazzetta', punto de encuentro de la jet set internacional, es el símbolo de Portofino, mientras que los puertos con sus típicas casas de colores vivaces son el testimonio de la gran tradición marinera de esta localidad, cuyos habitantes eran llamados por los griegos y los romanos 'delfines', por su gran habilidad como navegantes.
El encanto de estos lugares, la buena cocina de Liguria y los numerosos itinerarios culturales y naturales hacen de este ángulo del Golfo del Tigullio un destino ideal en cualquier período del año, si bien es verdad que la mayor parte de los turistas la aprecian sobre todo en los meses de verano, cuando la naturaleza y las templadas aguas del mar hacen de Portofino un pequeño paraíso.
Lo que hay que ver
Son muchos los lugares de interés natural y cultural, comenzando por la iglesia del patrón de Portofino, San Jorge, construida en el siglo XII su interior custodia las reliquias traídas por los marineros a su regreso de las Cruzadas y desde su Sagrario se goza de una magnífica vista.
En las cercanías surge el Castillo Brown, una fortaleza en medio de un espléndido jardín colgante, caracterizado por sus muros con bajorrelieves y decoraciones arquitectónicas en mármol y pizarra.
Desde aquí se llega al faro, situado en Punta del Capo (Punta Portofino), que domina toda la bahía.
Interesante es también el Oratorio de la Confraternidad de la Asunción, de estilo gótico, que custodia distintas obras de arte, como una estatua de madera del siglo XIX que representa a la Asunción.
Lo que hay que hacer
Los amantes de las tradiciones, paseando por las calles del burgo pueden visitar los talleres de artesanía, como los de las mujeres del lugar que elaboran hoy como ayer los elegantes encajes de bolillos con hilo de Fiandra y siguiendo la técnica antigua.
Para sumergirse en la naturaleza típicamente Mediterránea es de obligación hacer una excursión al Monte de Portofino, que ofrece emociones y placeres intensos o una excursión en barca por el Golfo del Tigullio para disfrutar de su bellísimo mar.
Es habitual, especialmente en el verano, encontrarse con eventos y fiestas nocturnas que han hecho famosa Portofino en todo el mundo, como las espectaculares regatas. En lo que a fiestas religiosas de refiere destaca la fiesta en honor del patrón San Jorge (23 de abril), con la procesión y la típica hoguera que ilumina la 'piazzetta'.
Portofino ofrece una óptima cocina a base de pescado, son muchos los restaurantes donde degustar las especialidades del mar, pero también la típica receta de la zona: la 'Lasaña de Portofino', un apreciado plato con salsa pesto. Antes de la cena toda la gente va a la Piazzetta para tomar un aperitivo con 'focaccia genovese' y 'Giancu de Purtufin', una mezcla de uvas de producción local.
Lo que no hay que perderse
Portofino es un estratégico punto de partida para visitar distintos lugares interesantes de la Riviera Italiana (tanto hacia poniente como hacia levante).
Hay que hacer una visita a Génova, que está a tan sólo a 30 kilómetros o a las Cinco Tierras, que se encuentran a 50 kilómetros, ambos Patrimonio Unesco.
No hay que perderse una excursión a la bella abadía de San Fructuoso, a pocos kilómetros de la costa, rodeada de una estupenda vegetación. Según la leyenda los constructores del monasterio fueron cinco monjes españoles que huían de la Tarragona invadida por los árabes. Los monjes, después de un largo viaje, trajeron a este lugar encantado las reliquias del obispo San Fructuoso.
Para terminar no se puede dejar de recomendar hacer una visita al teatro de la ciudad, el Teatro Perla del Tigullio, lugar amado por artistas e intelectuales, donde habitualmente tienen lugar conferencias y manifestaciones culturales de nivel nacional e internacional.