Después de una dura semana de trabajo lo que nos apetece es tener la oportunidad de descansar durante el fin de semana y hacerlo en un ambiente relajado.
Málaga es uno de los destinos que más nos atraen para ello, dado que se trata de una ciudad que nos permite relajarnos de forma completa, pasar unas cuantas horas en el hotel y además hacer turismo sin tener que agotarnos demasiado.
Por la mañana, una vez lleguemos a nuestra habitación, nos podemos tomar unas horas de descanso para relajarnos todo lo posible. Es recomendable haber buscado entre los hoteles con spa en Malaga el más adecuado teniendo en cuenta nuestras exigencias. Poder pasar la mañana en el spa, liberando tensiones y sintiéndonos mejor con nosotros mismos es algo que luego vamos a agradecer mucho. Por la tarde, después de comer y una vez se vaya acercando la noche, recomendamos ir al centro histórico. Allí tenemos diversión y buenos locales donde conocer la Málaga más auténtica, una ciudad clásica, pero que también ha sabido modernizarse para ofrecer el mejor repertorio de propuestas a los turistas.
En el centro histórico nos podemos fijar en la arquitectura de los edificios, sentarnos en una terraza y, si nos queda tiempo, visitar alguno de los museos que hay en la zona. De vuelta al hotel después de cenar nada mejor que relajarnos de nuevo en la habitación.
Al día siguiente, aunque en otros casos recomendaríamos salir a primera hora de la mañana, lo cierto es que no hay que desaprovechar el spa. Otra sesión de relajación y puesta a punto nos permitirá que cuando volvamos a nuestra ciudad y dejemos Málaga atrás nos encontremos mucho más a gusto. Para ello unas horas en el spa disfrutando de los tratamientos pueden ser fundamentales. Después, ahora sí, podemos salir del hotel e ir a visitar alguno de los otros puntos de interés de los que dispone la ciudad.
Para continuar con el lado más tranquilo es bueno que pongamos rumbo hacia el Parque de Málaga, que nos da la oportunidad de disfrutar de un paseo realmente atractivo. Si nos quedamos con ganas de más, tendremos varios jardines que no quedan muy lejos y que también ayudan a desconectar y encontrarnos mucho mejor. El día puede acabar con la visita a uno de los museos dedicados a la figura de Picasso, como la Casa Natal de Picasso, que siempre da la bienvenida a los turistas con gran entusiasmo.