Por sus características y sobre todo, por su edad, los cenotes pueden serv clasificados en cuatro tipos esenciales.
Cenote abierto
Se caracterizan por su forma de cilindro. Esta clase de cenotes, destaca por su espectacularidad, especialmente manifestada en la vegetación que crece en sus altos muros rocosos. Son espacios idóneos para la práctica de distintas dinámicas de aventura. El cenote abierto más famoso es el Cenote Sagrado de Chichen Itzá, en el cual, diferentes exploraciones arqueológicas han hallado vestigios y ofrendas de los mayas precolombinos.
Antiguo cenote
Es habitual que los cenotes antiguos, debido a su edad, se encuentren expuestos por completo y sumergidos en la densa vegetación de la selva maya. Es toda una experiencia, conocer estas fascinantes lagunas o aguadas, y que hace muchos siglos, eran utilizados como fuentes abastecedoras de agua para los mayas de la región. Les aconsejamos visitar los cenotes antiguos y realizar en ellos, varias actividades ecoturísticas que los cautivarán.
Cenotes semiabiertos
Esta clase de cenotes, por lo general, tienen oculto su espejo de agua en el interior de una caverna, la cual, permite solo parcialmente el paso de la luz del sol. Tal condición los transforma en sitios privilegiados, cercanos a Cancún y la Riviera Maya, excelentes para pasar aventuras ecoturísticas, que nos permitan adentrarnos en las profundidades del territorio yucateco. Son cuerpos de agua de enorme interés para turistas y viajeros.
Cenotes de caverna
Para muchos, son los cenotes más enigmáticos. Se ubican dentro de grandes cavernas, donde los antiguos mayas llevaban a cabo sus rituales sagrados. Es una variedad de cavernas, que nos permite desarrollar actividades relacionadas con el ecoturismo y la aventura. Algunos de estos cenotes pueden llegar a extenderse muchos kilómetros en la profundidad de la tierra, e inclusive estar conectados con otras cuevas y cenotes.