Cada zona de territorio mexicano tiene su propia cocina tradicional, puesto que se deriva de las particularidades del suelo, el clima imperante y los productos que se comercializan a nivel local.
En general, los chiles, el maíz y los frijoles son los elementos fundamentales de la dieta mexicana.
No obstante, es asombroso, especialmente para los visitantes extranjeros, la enorme diversidad de creaciones que se obtienen a partir de tan sencillos elementos.
Las tortillas, otro ícono culinario del país, pueden prepararse de maíz, de harina o de trigo y también pueden hallarse en diferentes tamaños. Por lo que se refiere a las infaltables salsas mexicanas, las hay de suaves y un poco dulces, a las muy picantes, para quienes se atrevan a probar el corazón de la gastronomía nacional.
Volviendo al caso de los frijoles, los hay rojos, negros o de color granate y pueden servirse cocidos, refritos o guisados con manteca o cerveza. La cocina tradicional mexicana nos ofrece, aunado al fascinante legado de las culturas antiguas, como la maya, azteca, olmeca, mixteca y zapoteca, platillos derivados directamente de la gastronomía española y de otras influencias del orbe.
En casi cualquier comida que se efectúe durante el día, se hace presente en las mesas de os mexicanos un plato con frijoles, tortillas o arroz. Las tortillas, no solamente ocupan del sitio del pan en la gastronomía mexicana, sino que, además, también lo hacen con relación a los cubiertos, ya que estas suaves tortas de maíz se trocean y usan como envoltorios de ricos bocados de los guisos que se estén consumiendo. Las salsas son también complementos indispensables de los menús cotidianos en México: las más ricas son las recién elaboradas y las más picantes. Existen muchas clases de salsas: verde, roja, borracha, guacamole, etc; sin embargo, algunos de los ingredientes frecuentes para prepararlas son el ajo, la cebolla, el chile, el aguacate y el cilantro.
De entre los platillos más representativos de la gastronomía mexicana tenemos, por ejemplo, los huevos rancheros, mismos que se preparan revueltos y salteados con pimiento cortado en tiras; la carne asada, que consiste en filetes especiados al estilo barbacoa, con chiles, pimientos, cebollitas, y las infaltables tortillas. Los tamales, son otro de los referentes infaltables de la cocina mexicana. Son cuerpos de masa de maíz, acompañados de los más diferentes complementos: carne, pollo, pasas, piña, etc, envueltos en hojas de planta de maíz o de plátano.