Dar la vuelta al mundo en tu propio vehículo se puede considerar hoy la aventura total.
Con la democratización del transporte aéreo y la gran oferta de vuelos, el planeta parece haberse reducido de tamaño; sin embargo, el desafío de circunnavegar el globo terráqueo “overland”, o sea, por carretera, lo devuelve a sus verdaderas dimensiones. El mundo es enorme y recorrerlo kilómetro a kilómetro demuestra cuan diverso es. Hacerlo en tu propio vehículo añade a la aventura, la total libertad de moverte donde, como y cuando quieras. Yo soy conocido por mis viajes en moto y por haber completado la vuelta al mundo amen de muchas otras rutas por África, América, Europa y Asia.
Por eso creo estar autorizado para comenzar en Diario del Viajero una serie de posts sobre todas las cuestiones que pueden plantearse para afrontar un gran viaje overland, desde la documentación necesaria, seguros, a las vacunas, al vehículo idóneo, material de fotografía y filmación, informática de viaje… Sin olvidar una cuestión tan esencial y que tanto interesa como el presupuesto necesario. ¿Cuánto dinero me hace falta para dar la vuelta al mundo? Y otra muy relacionada ¿se puede ganar dinero viajando? Yo soy un ejemplo de que es posible. Patrocinios, colaboraciones en medios, publicidad… todo lo trataremos aquí y si alguna cuestión no menciono, propongo al lector que sugiera él mismo los temas y yo los iré respondiendo. Al final, se trata de aprender entre todos y que cuando termine esta serie de posts tú puedas decir: sí, voy a dar la vuelta al mundo en mi vehículo.
Dar la vuelta al mundo sobre dos ruedas aúna, además, a la emoción de un viaje extremo el gran dinamismo, la sobredosis de adrenalina y la total cercanía con paisajes, culturas y gentes que proporciona un vehiculo tan icónico como una motocicleta. Pero se puede hacer en coche, en camioneta, en autocaravana e incluso en camión o autobús de uso privado. Por mi experiencia, los detalles concretos serán centrados en la moto, pero sin demasiada dificultad se pueden extender al vehículo de 4 ruedas, aunque eso sí, los gastos serán superiores aunque por otro lado un coche habilitado como dormitorio o una autocaravana permite ahorrar muchísimo en alojamiento.
La vuelta al mundo o atravesar África o América de norte a sur es posible y cada vez más gente se atreve a intentarlo, solo o en compañía de otros, sobre todo tras el éxito comercial a nivel planetario que supusieron las películas documentales Long Way Round y Long Way Down, protagonizadas por Ewan McGregor y Charlie Boorman a lomos de sendas motos, símbolo por excelencia de libertad y rebeldía. En nuestro país tenemos el caso de Un mundo aparte, una serie documental de RTVE sobre una vuelta al mundo en Toyota Landcruiser protagonizada por Daniel Landa, o mi propio ejemplo, ya que ahora mismo me encuentro en América produciendo un documental sobre una viaje en moto.
Para viajar en vehículo hacen falta dos cosas: ganas de viajar y un vehículo. Respecto a lo primero, las damos por supuesto si estás leyendo este artículo. Respecto a lo segundo, cualquiera puede servir. Desde un Dos Caballos a una vespa. En los sesenta, Manuel Maristany cruzó África en una Montesa Impala; también en esa misma época, dos estudiantes de Derecho, Santiago Guillen y Antonio Veciana, dieron la vuelta al mundo en 79 días ¡sobre una Vespa 150 con matrícula de Albacete! Hay Vespinos que han llegado a Cabo Norte e hiperdeportivas que cruzaron selvas. Cualquier cacharro puede llevarte al infinito si tienes infinita paciencia e infinita pericia como mecánico. Otra cosa es que quieres elegir el mejor vehículo de 4 o 2 ruedas para tu gran viaje, el más apto y el que menos problemas te dé. Pero de eso hablaremos la próxima semana.