Aruba, mucho más que playas de arena blanca
Aruba es una preciosa isla en medio del Caribe - concretamente en las Antillas Holandesas-, de 30 km de largo por 9 de ancho con playas de esas de postalita de arena blanca, situada a 25 km al norte de Venezuela. La isla está formada por piedra caliza y acantilados en la costa norte y el noreste, y con arrecifes de coral en la costa sur.
En la parte sur de la isla se encuentra el Arikok National Park, un espacio protegido que ocupa casi el 20% de la isla, con formaciones de lava y de piedra caliza, tierra color ocre y multitud de cactus. Allí, la costa se hace más rocosa y salvaje, pero en su interior se encuentra una piscina natural de agua salada.
Las playas de la costa de barlovento están en zonas más aisladas y no desarrolladas. Hay calas talladas en piedra caliza, ensenadas formadas por las fuertes olas, fenómenos naturales únicos junto a un terreno escarpado y desértico. Las olas del mar rompiendo contra las rocas han dado forma a anfiteatros naturales como Dos Playas o la Playa del Moro - donde no está permitido el baño, pero sí que se pueden recoger fósiles coralinos.
Mención aparte merece la gruta de los Quadirikiri, donde a pesar de vivir toda una colonia de murciélagos, los rayos de luz que penetran por los agujeros rocosos, refractan sobre las formas calcáreas dando lugar a un juego de luz absolutamente espectacular.
El Ayo Rocks forma un sendero circular que atraviesa un pequeño laberinto de formaciones rocosas con grandes masas monolíticas esculpidas por los constantes vientos alisios donde también es posible encontrar restos de antiguas incisiones rupestres realizadas por los primeros indígenas de Aruba.
En la capital Oranjestad, mientras los grandes cruceros desembarcan hordas de turistas que se dedican a hacer shopping en las boutiques y tiendas ubicadas en edificios coloniales de alegres colores, siempre se puede ir a visitar el Museo Arqueológico donde podremos descubrir la historia de Aruba.
La siguiente parada podría ser en la Batterfly Farm, un jardín tropical donde viven 35 especies de mariposas. Una vez pagada la entrada, podrás volver tantas veces como quieras. La mejor hora es por la tarde, cuando después de haberse alimentado de la fruta fermentada las mariposas parecen ebrias.
Otra visita interesante puede ser recorrer el museo y la fábrica de aloe que existe en la isla, detrás de la cual se cultivan 180 hectáreas de aloe vera, que se pueden visitar para descubrir todos los secretos de esta planta.
Cuando ya lo hayas visitado todo, siempre puedes tumbarte al sol en una de sus fantásticasplayas de arena blanca y disfrutar de un mar turquesa y de un cielo infinito.
Sorprende que una isla tan pequeña esté tan llena de historia, de cultura, de paisajes agrestes, y de hermosas playas. La lengua oficial es el holandés pero también hablan español e inglés. La moneda oficial es el florín arubano pero se puede pagar en dólares americanos.