Atardeceres en Barra de Navidad
Gracias a la construcción reciente de una autopista que conecta Guadalajara con Manzanillo, Barra de Navidad ha adquirido gran popularidad en los últimos años.
Sus maravillas naturales algunas de ellas casi inexploradas atraen la atención de todos los viajeros que buscan alejarse de los grandes complejos turísticos y viajar de una forma más alternativa.
Este destino es conocido por su agua de mar templada, su variedad de actividades acuáticas, su rica gastronomía marina y las opciones de ecoturismo que pone a disposición de los visitantes.
La mañana, después del desayuno, es el mejor momento para visitar la Laguna de Navidad.
Aquí se asienta un importante criadero de camarones; además, junto a la laguna se preparan exquisitos platillos con pescados y mariscos.
En esta laguna también puedes practicar pesca deportiva (abundan la lisa, el pargo, el róbalo y la mojarra, entre otras especies de peces).
Las tardes son perfectas para caminar por la tranquila playa de Barra de Navidad y nadar en sus aguas templadas y poco profundas.
No dejes de recorrer el centro del pueblo, donde se erige la austera Parroquia de San Antonio, en cuyo altar principal se encuentra la escultura de “El Cristo de los Brazos caídos”.
Se dice que en un amanecer de 1971, cuando el huracán Lily azotaba la costa con fuerza, muchos pobladores se refugiaron en este templo.
Ante las oraciones, el Cristo bajó los brazos y cesaron de inmediato los fuertes vientos y las lluvias.
Al atardecer, después de comer en Los Pitufos, la tradicional taquería del puerto, o en una palapa de la playa, donde te recomendamos pedir la piña rellena de camarones, sin duda la mejor opción es recorrer el malecón.
Desde ahí apreciarás la Isla Navidad y el espectacular atardecer que llena el cielo de tonos rosados.
También puedes presenciar el atardecer desde el malecón panorámico del vecino pueblo de Melaque, a tan sólo cinco kilómetros de distancia.
Sus maravillas naturales algunas de ellas casi inexploradas atraen la atención de todos los viajeros que buscan alejarse de los grandes complejos turísticos y viajar de una forma más alternativa.
Este destino es conocido por su agua de mar templada, su variedad de actividades acuáticas, su rica gastronomía marina y las opciones de ecoturismo que pone a disposición de los visitantes.
La mañana, después del desayuno, es el mejor momento para visitar la Laguna de Navidad.
Aquí se asienta un importante criadero de camarones; además, junto a la laguna se preparan exquisitos platillos con pescados y mariscos.
En esta laguna también puedes practicar pesca deportiva (abundan la lisa, el pargo, el róbalo y la mojarra, entre otras especies de peces).
Las tardes son perfectas para caminar por la tranquila playa de Barra de Navidad y nadar en sus aguas templadas y poco profundas.
No dejes de recorrer el centro del pueblo, donde se erige la austera Parroquia de San Antonio, en cuyo altar principal se encuentra la escultura de “El Cristo de los Brazos caídos”.
Se dice que en un amanecer de 1971, cuando el huracán Lily azotaba la costa con fuerza, muchos pobladores se refugiaron en este templo.
Ante las oraciones, el Cristo bajó los brazos y cesaron de inmediato los fuertes vientos y las lluvias.
Al atardecer, después de comer en Los Pitufos, la tradicional taquería del puerto, o en una palapa de la playa, donde te recomendamos pedir la piña rellena de camarones, sin duda la mejor opción es recorrer el malecón.
Desde ahí apreciarás la Isla Navidad y el espectacular atardecer que llena el cielo de tonos rosados.
También puedes presenciar el atardecer desde el malecón panorámico del vecino pueblo de Melaque, a tan sólo cinco kilómetros de distancia.