Enclavada en plena comarca alicantina de La Marina Baixa, Benidorm es uno de los principales destinos turísticos de la Costa Blanca, gracias a sus excelentes playas, así como a una amplia oferta de alojamientos, restauración y actividades de ocio.

Su casco antiguo, asentado sobre un promontorio, contrasta con las amplias avenidas de edificios, comercios y terrazas que se extienden a lo largo de los cinco kilómetros de litoral.

Las posibilidades que ofrece Benidorm son innumerables: desde recorrer el paseo marítimo o disfrutar del baño, hasta practicar deportes náuticos o realizar una excursión en barco a la isla de Benidorm. Todo ello sin olvidar sus fiestas locales y una suculenta gastronomía con arroces y pescados como protagonistas.
Benidorm es uno de los grandes centros turísticos de la Costa Blanca alicantina. Sus playas de fina arena, sus aguas cristalinas y un excelente clima durante todo el año han dado merecida fama a esta localidad, dotada con infraestructuras y servicios de gran calidad.

Sin duda, uno de los mayores atractivos de Benidorm son sus playas. Un litoral de cinco kilómetros de longitud jalonados por extensos arenales y recoletas calas donde se puede disfrutar de un refrescante baño, así como practicar múltiples deportes náuticos: buceo, esquí acuático, windsurf, vela, etc.
Situada al norte del puerto, la playa de Levante es una de las más bellas de la ciudad. Su emplazamiento urbano, además de dotarla de numerosos servicios, permite acceder fácilmente a sus más de dos kilómetros de dorada y fina arena. Este emblemático arenal se encuentra delimitado por un concurrido paseo marítimo que, salpicado de terrazas y restaurantes, ofrece una gran animación nocturna.

Al sur de la localidad se extiende la playa de Poniente, de tres kilómetros de longitud. Al igual que la de Levante, cuenta con un largo paseo como telón de fondo y dispone de todo tipo de servicios que la hacen accesible y cómoda.
Entre las dos playas más famosas de Benidorm se sitúa Mal Pas, una tranquila cala de fina arena cercana al casco antiguo y al puerto.

Por su parte, Ti Ximo y La Almadrava surgen en el extremo septentrional de Benidorm, allí donde la costa se torna accidentada e inaccesible. Alejadas del centro urbano, estas recónditas calas naturales permiten alejarse del bullicio de la urbe y disfrutar del buceo en sus magníficos fondos de roca.

La ciudad y el ocio
El centro histórico de Benidorm se asienta sobre un promontorio situado entre sus dos playas principales, Levante y Poniente. Es aquí donde nació la ciudad, un primitivo núcleo de pescadores presidido por la iglesia de San Jaime. Erigida en el siglo XVIII, sus bóvedas azuladas se alzan sobre un entramado de callejuelas y pintorescos rincones. La punta del Cerro Canfali va a desembocar al Balcón del Mediterráneo, espléndido mirador desde el que se disfruta de una hermosa panorámica del mar.

A ambos lados del casco antiguo se extienden las amplias avenidas y calles comerciales que componen el Benidorm moderno. Una ciudad volcada al turismo que ofrece una variada gama de servicios, entre los que se incluyen numerosos establecimientos hoteleros, restaurantes y terrazas.

Las posibilidades de ocio en Benidorm son infinitas: desde recorrer el largo paseo marítimo a disfrutar de espacios como el céntrico parque de L'Aigüera, pasando por un día inolvidable en Terra Mítica, parque temático del Mediterráneo. Asimismo, cuenta con numerosas instalaciones deportivas, entre ellas una escuela de vela y varias escuelas de submarinismo.

El puerto permitirá emprender una excursión en barco a la pequeña isla de Benidorm, situada en el centro de la ensenada. Cuenta la leyenda que la isla es un trozo de roca del cercano Puig Campana que el valiente Rolando cortó con su espada durante una expedición guerrera de Carlomagno. Sus ricos fondos marinos la convierten en un paraíso para los aficionados al submarinismo.

Gastronomía, fiestas y alrededores
Pescados y arroces constituyen la base de la gastronomía local. La paella es uno de los platos emblemáticos, junto con los mariscos, a la plancha o cocidos, y el pescado tanto guisado o frito como en caldo. El ajo y el aceite dan lugar a la salsa ali-oli, que acompaña a numerosos platos.
Entre los postres alicantinos figuran la tarta de almendra, los turrones y los helados. Los vinos con Denominación de Origen Alicante, la misteleta (vino dulce) y la horchata (a base de chufa, protegida con denominación de origen) son típicos de la región.

Benidorm es un pueblo alegre y festivo. Las fiestas patronales en honor de la Virgen del Sufragio y San Jaime Apóstol, que se celebran desde el segundo domingo de noviembre, ofrecen un programa variado, que incluye desfile de carrozas, escenificaciones teatrales y fuegos artificiales. Unos días después tiene lugar en el casco histórico de la localidad la Festa de la Carxofa, de gran arraigo popular. Otras fiestas destacables son las Hogueras de San Juan y la Fiesta de Moros y Cristianos, ambas en junio.

Los alrededores de Benidorm poseen una gran belleza natural. Al norte, el terreno se vuelve abrupto, con sierras y acantilados que se extienden hacia el mar y el Parque Natural de la Serra Gelada. En este entorno aparecen localidades como L'Alfàs del Pi o Altea. Por su parte, junto al Parque Natural del Peñón de Ifach se instala Calpe, armoniosa ciudad que ha sabido conjugar la conservación de su patrimonio monumental con las infraestructuras turísticas.

Al sur de Benidorm encontramos localidades como Villajoyosa, capital de la Marina Baja. Y atravesando la Sierra de Aitana, el interior septentrional nos depara un recorrido por Cocentaina, importante núcleo medieval, y Alcoy/Alcoi, localidad famosa por su fiesta de Moros y Cristianos, declarada de Interés Turístico Internacional.
Finalmente, la montaña alicantina nos ofrece también la posibilidad de recorrer el Parque Natural del Carrascal de la Font Roja, en los alrededores de Alcoy.