Cabo Corrientes, paraíso salvaje
A lo largo de la costa de Cabo Corrientes, que mide aproximadamente 75 kilómetros, se asienta un conjunto de paradisíacas playas de arena fina y blanca, vegetación abundante y espectaculares acantilados.
Algunas de ellas poco exploradas, resultan ideales para quienes buscan adentrarse en los entornos naturales salvajes y olvidarse por completo del ruido y la contaminación de las ciudades.
En este paraíso salvaje, el clima cálido, las aguas tranquilas, el espléndido paisaje, la brisa marina y el trinar de los pájaros te invitan a relajarte y disfrutar.
Aquí no hay pretexto para no descansar.
En la tierra fértil de Cabo Corrientes se cultiva una gran variedad de frutas: mangos, papayas, plátanos y cocos.
¿Qué puede ser más refrescante que desayunar un cóctel de frutas tropicales a la orilla del mar? Asimismo, la región es hogar de armadillos, iguanas, venados, zorros, tlacuaches, mapaches, tejones, onzas, tigrillo, caimanes, jaguares y muchas otras especies animales.
Las playas de Cabo Corrientes son su principal atractivo.
Todas ellas son de incomparable belleza, aunque tienen características distintas: Playa Villa del Mar se distingue por su fuerte oleaje, no recomendable para nadar pero sí para pasear en moto.
En su playa se ofrecen paseos a caballo y renta de equipo para diversas actividades acuáticas.
Por otra parte, Playa Tehuamixtle es más dinámica y cuenta con un oleaje moderado; en ella se asientan un criadero de ostiones, muchos restaurantes, embarcaciones pesqueras y tiendas.
En Playa Mayto, una playa extensa con oleaje fuerte, puedes visitar un campamento tortuguero donde se recolectan los huevos y se protegen hasta que las tortugas nacen y son lo suficientemente grandes como para liberarlas al mar.
Esta playa es también uno de los principales destinos románticos de la Costalegre, por lo que no es raro ver parejas disfrutar de los atardeceres o nadar en la playa.
Otras playas cercanas son Playa Corrales donde se erigió un faro por órdenes del general Porfirio Díaz , Playa Yelapa, muy visitada por el turismo extranjero, Playa Quimixto y Playa Las Ánimas.
Algunas de ellas poco exploradas, resultan ideales para quienes buscan adentrarse en los entornos naturales salvajes y olvidarse por completo del ruido y la contaminación de las ciudades.
En este paraíso salvaje, el clima cálido, las aguas tranquilas, el espléndido paisaje, la brisa marina y el trinar de los pájaros te invitan a relajarte y disfrutar.
Aquí no hay pretexto para no descansar.
En la tierra fértil de Cabo Corrientes se cultiva una gran variedad de frutas: mangos, papayas, plátanos y cocos.
¿Qué puede ser más refrescante que desayunar un cóctel de frutas tropicales a la orilla del mar? Asimismo, la región es hogar de armadillos, iguanas, venados, zorros, tlacuaches, mapaches, tejones, onzas, tigrillo, caimanes, jaguares y muchas otras especies animales.
Las playas de Cabo Corrientes son su principal atractivo.
Todas ellas son de incomparable belleza, aunque tienen características distintas: Playa Villa del Mar se distingue por su fuerte oleaje, no recomendable para nadar pero sí para pasear en moto.
En su playa se ofrecen paseos a caballo y renta de equipo para diversas actividades acuáticas.
Por otra parte, Playa Tehuamixtle es más dinámica y cuenta con un oleaje moderado; en ella se asientan un criadero de ostiones, muchos restaurantes, embarcaciones pesqueras y tiendas.
En Playa Mayto, una playa extensa con oleaje fuerte, puedes visitar un campamento tortuguero donde se recolectan los huevos y se protegen hasta que las tortugas nacen y son lo suficientemente grandes como para liberarlas al mar.
Esta playa es también uno de los principales destinos románticos de la Costalegre, por lo que no es raro ver parejas disfrutar de los atardeceres o nadar en la playa.
Otras playas cercanas son Playa Corrales donde se erigió un faro por órdenes del general Porfirio Díaz , Playa Yelapa, muy visitada por el turismo extranjero, Playa Quimixto y Playa Las Ánimas.
Anterior
