Lejos del turismo masificado, el litoral de Molise se extiende a lo largo de 35 km de costa, desde la desembocadura del río Trigno hasta la del torrente apulense Saccione.

El mar cristalino, la maravillosa vegetación y, sobre todo, el enorme patrimonio artístico y cultural hacen de esta zona una meta perfecta para unas vacaciones de verano así como un óptimo punto de partida de excursiones para descubrir el interior de las tierras de Molise.


Además de la más conocida Térmoli, también los pequeños centros de Marina de Montenero, Petacciato y el lido de Campomarino, ofrecen un espléndido marco natural para unas vacaciones en el mar.

Lo que hay que ver
Seguramente no hay que perderse el promontorio que se eleva sobre el burgo antiguo de Térmoli. Rodeado de altas murallas fortificadas y poco lejos del centro habitado, es un lugar en el que se puede descubrir el auténtico espíritu de la ciudad marítima. Magnífica es la torre que vigila el acceso a la localidad, única superviviente del antiguo Castillo Svevo y símbolo de la ciudad.

En la gran Plaza del Duomo destaca la magnífica fachada románica de la Catedral de San Basso que conserva las reliquias de los dos santos protectores de la ciudad: San Basso y San Timoteo.

En las cercanías de Montenero surge el Santuario de Santa María de Bisaccia, construido sobre la antigua Capilla del mismo nombre a su vez destruida por varios terremotos.

En el centro del pueblo de Petacciato hay que visitar la basílica de San Roque, románica, con su compacta torre campanario. Destaca también una maravillosa joya renacentista, el Palacio Battiloro.
Campomarino, habitado desde la Antigüedad, conserva en su localidad de Arcora los restos de una antigua villa romana. Hay que ver la iglesia de Santa María del Mar, construida entre los siglos XII y XIII y que conserva frescos del siglo XV.

Lo que hay que hacer
Son muchas las cosas que se pueden hacer en las distintas localidades de la costa de Molise. Comenzando por Térmoli que, premiada en varias ocasiones con la Bandera Azul Europea por la limpieza de sus aguas, presenta playas equipadas numerosos servicios hoteleros y deportivos para el turista.
El lugar ideal para los aficionados a la vela y a los deportes acuáticos es la playa de Río Vivo, al sur de la localidad.

También el pueblo de Petacciato posee una acogedora zona costera con numerosos establecimientos y equipadas playas en los que disfrutar de todo tipo de confort. Los amantes de la naturaleza no podrán resistirse a un paseo por el bosque situado en las cercanías de Petacciato a través del río Tecchio.
Playas encantadoras y mar transparente son otras dos características principales de Campomarino (en la provincia de Campobasso), que ofrece además un amplio abanico de servicios turísticos: hoteles, residence, camping, bungalow y restaurantes, discotecas e instalaciones deportivas. Sin olvidar que Campomarino es un destino ideal para los que buscan un estrecho contacto con la naturaleza; la localidad, de hecho, además de estar rodeada de magníficos viñedos, surge en la desembocadura del río Biferno y gran parte del territorio está ocupado por el oasis de la fauna de Bosco di Ramitelli.

Lo que no hay que perderse
Rutas del sabor que permiten degustar los productos típicos de estos lugares, como el caldo de pescado de Térmoli, el Biferno DOC de Campomarino, ciudad del vino, y el saggiciotto (embutido de cerdo ahumado) de Montenero de Bisaccia.

Una jornada para recorrer uno de las numerosas cañadas típicas, llamadas tratturi, que atraviesan la región, antiguos senderos de hierba junto a los cuales, desde antes de los romanos y hasta hace un par de siglos, se practicaba la trashumancia de los rebaños.

No puede dejar de hacerse una visita a los famosos trabocchi (instalaciones para la pesca), desde los más cercanos de Térmoli hasta los que surgen en el litoral de los Abruzos que unen Vasto con Francavilla, tramo conocido también como Costa de los Trabocchi.