Costa Rica: cada vez más turistas buscan el "paraíso"
El Caribe costarricense es una región ideal para descansar y relajarse, por lo que miles de turistas de todo el mundo lo visitan todos los años.
Sus playas de arenas, blancas, doradas y hasta negras, y sus aguas cristalinas en las que se pueden observar arrecifes de coral y peces multicolores, son un atractivo extra al de su gente: un crisol de razas y culturas de trato amable, servicial y sonriente.Las costas caribeñas de Costa Rica reciben al turismo durante todo el año, a favor de un clima tropical que permite disfrutar del mar y las playas los doce meses. Según las estadísticas oficiales del área de Turismo de esa nación centroamericana, la cantidad de visitantes provenientes de América del Sur, especialmente de Argentina, se ha ido incrementando durante los últimos años. En la actualidad, con el sistema de pago de viajes en cuotas y por adelantado, sumado a la cotización del dólar, los turistas argentinos que están realizando reservas para pasar sus vacaciones en Costa Rica durante los próximos meses y comienzos de 2016, ha experimentado un importante incremento. En los últimos años el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) impulsa una clara estrategia para atraer más turistas a la zona, especialmente visitantes que busquen tranquilidad y más que nada tomar contacto a pleno con una naturaleza exuberante. Costa Rica es un país de 4,3 millones de habitantes que cada año recibe cerca de 2,1 millones de turistas extranjeros.
En este país el turismo emplea directamente a unas 150.000 personas y de forma indirecta a otras 400.000, tiene como principales atractivos sus bellezas naturales y alberga cerca del 4,5 % de la biodiversidad del planeta.
NATURALEZA A PLENO
Es posible que animales exóticos como osos perezosos, iguanas, monos, nutrias y todo tipo de aves interactúen con los visitantes en los ríos y senderos que cruzan los diferentes bosques protegidos de la región. Este contacto tan vívido constituye uno de los grandes atractivos de esta zona de Costa Rica y algo que atrae a gran cantidad de visitantes.
Por otra parte, la notoria ausencia de grandes cadenas hoteleras hace que la naturaleza se haya logrado mantener en su mayoría virgen y que los pequeños y medianos empresarios desarrollen sus propios proyectos turísticos, que son el sostén de la economía en la zona, de una manera amigable con el medio ambiente, sabiendo que es uno de los factores que potencia el turismo y lo quieren mantener tal como se encuentra. Playas como Puerto Viejo, Cocles y Manzanillo, son reconocidas por su belleza escénica y la tranquilidad que se respira, mientras que parques nacionales como Cahuita y los canales de Tortuguero, donde habitan distintas especies de cocodrilos y tortugas, son de los principales atractivos de Limón.
ISLA CALERO
La Isla Caler se encuentra ubicada en el extremo noreste de Costa Rica; está limitada al norte por la isla Portillos, al oeste y suroeste por los cauces del río San Juan y el río Colorado,1 al sur por el Caño Bravo del río Colorado (que la separa de la isla Brava) y al este por el mar Caribe. Esta bellísima isla posee una superficie de 15.160 hectáreas (equivalentes a 151,6 km²), y administrativamente es parte del cantón de Pococí de la provincia costarricense de Limón. $10.095 El valor de un pasaje aéreo entre Buenos Aires y San José de Costa Rica, con una escala Junto a la Isla Brava, ubicada al sur de ésta, forma parte del Refugio Nacional de Fauna Silvestre Barra del Colorado. Calero es la más grande de las varias pequeñas y paradisíacas islas que Costa Rica tiene sobre el Mar Caribe.
AREAS PROTEGIDAS
La isla Calero forma parte de tres importantes zonas de conservación natural: el Refugio Nacional de Fauna Silvestre Barra del Colorado, el Humedal Caribe Noreste y el Corredor Biológico Fronterizo Costa Rica-Nicaragua. El Refugio Nacional de Fauna Silvestre Barra del Colorado es el área de vida natural protegida más grande de Costa Rica (75.309.8 ha), y destaca, entre otras, por la presencia de varias especies de animales en peligro de extinción como el manatí antillano, la danta, el jaguar, el pez gaspar y la guacamaya verde.
Además, sus playas son lugar de desove de los tres tipos de tortugas marinas que habitan en el Océano Atlántico (baula, en peligro de extinción, carey y verde). Esta zona protegida está considerada como una de las áreas de mayor biodiversidad existente en Costa Rica. El Humedal Caribe Noreste es una importante zona de manglar protegida a nivel nacional e internacional, necesaria para la preservación del recurso hídrico y la alimentación y reproducción de 343 especies de peces, 136 de moluscos, 642 de plantas (58 de las cuales son endémicas) y gran cantidad de especies de aves acuáticas y migratorias. Este humedal abarca el Parque Nacional Tortuguero (23.903 hectáreas), el Refugio Nacional de Fauna Silvestre Barra del Colorado (40.315,1 hectáreas) y el Refugio Fronterizo Costa Rica-Nicaragua (11.091,7 hectáreas) y se extiende tanto en el área marina como en la parte continental.
Es, además, un sitio protegido por la Convención de Ramsar sobre humedales, ratificada por los gobiernos de Costa Rica y Nicaragua en 1991 y 1997. El Corredor Biológico Fronterizo Costa Rica - Nicaragua es una extensa zona natural de 2.000 metros de ancho; parte del Corredor Biológico Mesoamericano, que se extiende a lo largo de la frontera de los dos países, desde la bahía Salinas en el Pacífico, hasta la bahía de San Juan del Norte en el Atlántico, que conecta de modo natural el Area de Conservación Guanacaste, el Parque Nacional Tortuguero, el Refugio Nacional de Fauna Silvestre Barra del Colorado, el Refugio Nacional de Vida Silvestre Caño Negro, todos en Costa Rica, con la Reserva Biológica Indio-Maíz, la Reserva Natural Punta Gorda, la de Cerro Silva, el Monumento Histórico Fortaleza Inmaculada Concepción de María y el Refugio de Vida Silvestre Río San Juan, en el sureste de Nicaragua. Este amplio corredor incluye, entre otros, el cauce del río San Juan, el refugio natural de Los Guatuzos, los humedales de Tamborcito, Maquenque y Caribe Noreste, las reservas forestales El Jardín y La Cureña, y las Islas Calero y Brava, todos sitios muy visitados por el turismo.
Cada 31 de agosto Costa Rica conmemora el “Día Nacional del Negro y la Cultura Afrocaribeña”, en medio de comidas tradicionales, expresiones culturales y un gran carnaval en Limón que pone de manifiesto la alegría que caracteriza a la población negra del país. El “Día del Negro y la Cultura Afrocaribeña” fue establecido por decreto en 1980, pero fue hace unos 17 años que empezó a celebrarse con mayor fuerza, gracias a la creación del “Festival de la Cultura Negra”.
Esta fiesta incluye gastronomía y música tradicional afrocaribeña, foros, reinados de belleza, actividades culturales y desfiles, especialmente uno llamado “parade de gala”. Según los historiadores, los primeros pobladores negros de Costa Rica llegaron como esclavos durante la conquista española, pero hubo una llegada masiva a partir de 1872 con la construcción del ferrocarril entre San José y Limón y el inicio de la actividad bananera.
En 1872 llegó el primer navío repleto de trabajadores a Puerto Limón, procedente de Kingston, Jamaica, y se calcula que un año después en esa provincia ya habitaban cerca de 1.000 personas afrocaribeñas. Para 1927 las personas negras en Limón llegaban a 20.000. Actualmente la provincia tiene unos 340.000 habitantes, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos de Costa Rica (INEC), de los cuales el 50 % de la población serían afrocaribeñas.
El Ministro de Turismo, Allan Flores, afirma que el principal objetivo es llevar a cabo un proceso de diferenciación del destino mediante una proyección de la herencia cultural e histórica de Limón y el mejoramiento de la calidad de las prestaciones de los pequeños empresarios turísticos. Los puntos centrales de la iniciativa son la capacitación de artesanos para la elaboración de bienes culturales tradicionales, así como entrenamiento a cocineros de todo el país en platos de comidas típicas del Caribe.
Las autoridades costarricenses también impulsan un proyecto para la creación del Instituto del Calypso, un viejo ritmo musical tradicional del Caribe que permanece vivo, aunque ha ido perdiendo exponentes a través de los años. Otro de los proyectos es el fomento de la danza y los vistosos atuendos tradicionales caribeños. Todas estas iniciativas pretenden aumentar la afluencia de turistas a una de las zonas más bellas de Costa Rica.