El epítome del viaje total, romántico, liberador y soñador es, indudablemente, la vuelta al mundo.

Dar la vuelta al mundo ni siquiera es una aserción que tenga demasiado sentido, porque ¿qué significa exactamente dar la vuelta? ¿Dándo la vuelta no nos estamos perdiendo todo lo que hay por encima y por debajo de nosotros? Sin embargo, a todos nos gusta la idea de dar la vuelta al mundo porque nos inspira que hemos completado un reto, que no se puede ir más allá.


Esta idea aún se vuelve más romántica si lo hacemos en 80 días, aludiendo a las aventuras de Phileas Fogg descritas por Julio Verne en La vuelta al mundo en 80 días (1872). Para facilitar las cosas, a fin de que podamos seguir los pasos exactos de Fogg sin necesidad de leernos la novela, en Google Maps han creado un mapa en el que vienen indicados los lugares que atravesó el británico, además de la página del libro en la que sale referenciado el lugar.


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Por cierto, cabe recordar que, hacia las mismas fechas que Fogg, hubo una mujer que también dio la vuelta al mundo, y además lo hizo en menos tiempo: 72 días. Lo más interesante es que esta mujer. Nellie Bly, existió de verdad, y no es un personaje de ficción como Fogg.