Deià
Deià es un pequeño municipio situado en la sierra de Tramontana, Mallorca.
Allí descubriremos un precioso pueblo de calles empedradas, calas de color turquesa, paisajes de montaña y senderos para disfrutar de la naturaleza más puraSeguimos descubriendo todos los encantos que tiene la isla de Mallorca y lo hacemos con uno de sus pueblos más pintorescos: Deià. Este municipio cuenta con una ubicación privilegiada, la preciosa sierra de Tramontana, un lugar marcado por bellos paisajes en los que se respira un aire limpio y puro.
Si decidimos hacer una escapada hasta Mallorca, no habrá nada más agradable que hacer una ruta por los pueblos más significativos de esta zona. Sólo así podremos conocer el lado más rural de la isla y descubrir que es posible contemplar en un mismo lugar un precioso paisaje de montaña y una paradisiaca zona de playa.
El término de Deià cuenta con cinco kilómetros de costa y con dos preciosas calas: cala Deià y otra más pequeña llamada cala de Llucalcari. La más famosa es cala Deiá y si tenemos intención de visitarla, debemos saber que hay dos opciones, hacerlo a pie desde el pueblo o bajar en coche. Si optamos por la última opción tendremos que ir muy atentos, ya que las indicaciones no son muy llamativas y es fácil pasarse la salida. Eso sí, siempre que podamos es preferible recorrer el camino a pie, ya que el paseo será muy agradable y podremos disfrutar de las vistas y del sendero.
Una vez que llegemos a la cala, tendremos la oportunidad de ver esas aguas color turquesa que caracterizan a las playas de Mallorca. Pero lo más bonito es que esas aguas se encuentran a su vez rodeadas de bonitas casas y embarcaderos. No hay duda de que darse un baño en esta cala y sentirse en mitad de tanta belleza será algo muy reconfortante.
Otro gran atractivo que podemos encontrar en Deià es, sin duda, el mirador en el que se encuentra el punto más alto de la localidad, el Puig del Teix, con 1.062 metros de altitud. Desde allí podremos contemplar una preciosa panorámica de la sierra de Tramuntana y tomar unas fotografías que nos dejarán sin aliento.
Y, por supuesto, no podemos olvidarnos de recorrer el casco antiguo de Deià. Yo reconozco que quedé muy asombrada por la belleza de sus calles, de sus suelos empedrados, de sus fachadas y de su ambiente en general. Me recordó mucho a algunos pueblos de la Alpujarra de Granada que también cuentan con ese aire del Mediterráneo y ese toque rústico. Si le sumamos, además, la tranquilidad que se respira y la amabilidad de su gente, veremos que Deià es un lugar que no podemos dejar de visitar. Tanto es así que muchos artistas como músicos, pintores o escritores quisieron vivir allí. Robert Graves, escritor inglés, es un buen ejemplo de ello por considerarse un auténtico enamorado de la localidad.
Por otro lado, cabe destacar que también hay algunas visitas interesantes que pueden hacerse en Deià. Es el caso de Son Marroig, una de las pertenencias del archiduque Luis Salvador de Austria. ??ste decidió comprar la vivienda porque también adoraba el lugar y sus paisajes. La finca ha pasado por varios dueños a lo largo del tiempo y ha sido reformada en varias ocasiones. Hoy día, la residencia puede visitarse de lunes a sábado. También ofrece unas vistas espectaculares y cuenta con un pequeño restaurante.
Asimismo, si pasamos por Deià podemos optar por hacer una visita al Museo Arqueológico o a la casa de Robert Graves. Todo dependerá del tiempo que tengamos.
Por último, otra opción recomendada sería dar un pequeño paseo por la aldea de Llucalcari, situada a unos tres kilómetros del pueblo, antes de llegar a Sóller. Y es que esta es una de las muchas ventajas que tiene Deià, que se encuentra muy cerca de otras localidades que debemos visitar si queremos conocer las maravillas de la sierra de Tramontana.
Dos paradas que, en mi opinión, son imprescindibles dentro de la ruta son las localidades de Sóller y Valldemosa. Después de todo el recorrido podremos ver que el lado menos turístico y conocido de Mallorca es un auténtico tesoro.