El Reino Sagrado de Talol, poseedor de majestuosas construcciones ocultas entre grandes árboles ha surgido el pasado para revelar algunos de sus secretos.

Ek’ Balam era un sitio del que se sabía poco hasta fechas recientes pero las investigaciones no sólo han permitido establecer que se trata de una gran cuidad, sino que es un sitio importante ya además de poseer varios de los rasgos comunes a la cultura maya, muestra otros que le son distintivos.

Su historia comienza aproximadamente desde el año 300 a.C., hasta la llegada de los españoles. Fue capital del imperio de Tah, al que le rendían tributo los pueblos de zona oriente del estado, incluyendo parte de la costa como lo prueban ofrendas de cochas que han sido encontradas. Abarcó unos 12 a 18 mil habitantes en su núcleo principal. Se dice que fue fundada por un señor llamado Ek’ Balam o Coch Cal Balam, quien llegó desde del oriente y gobernó los primeros 40 años.

Se han sacado a la luz numerosos mascarones, frisios y estatuas pétreas con alusiones al jaguar y a grandes personajes de la cuidad, principalmente efigies de sus gobernantes, lo que nos muestra que se trató de una ciudad que estuvo al margen del culto a Kukulcán.

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Las exploraciones han ido develando parte de la historia de esa ciudad, destacando el nombre de otros de sus gobernantes: Utik, así como de sus descendientes. El descubrimiento de la tumba del rey Utik Kan Le’k Tok’ constituye un importante hallazgo arqueológico que nos permite conocer algunos de los objetos personales del rey, los cuales fueron colocados de manera de ofrenda en su tumba, como pendientes de concha y caracol de variadas formas, un gran cuchillo ceremonial de obsidiana, objetos de hueso y cochas marinas, jade algunas representaciones de rostros, fragmentos de orejeras y collares. También fueron localizadas representaciones de peces y camarones en conchas, más de 20 vasijas de barro y alabastro, y un gran perforador de hueso tallado, el cual se supone sirvió como cetro.

Ek’ Balam tiene 45 estructuras y está rodeada por dos murallas concéntricas de piedra y otra más que une los edificios centrales. Estas murallas tuvieron fines defensivos y para el control del acceso. Tiene un juego de pelota y un arco muy hermoso donde desembocaba un sacbé (camino sagrado), que en épocas antiguas, conectaba con otras ciudades Mayas. También podemos encontrar estelas y las llamadas serpientes jeroglíficas, que son monumentos bellamente labrados en bloques de piedra. Las estructuras reúnen varios estilos arquitectónicos pero hay detalles que las hacen únicas, como imágenes con alas que semejan ángeles.

El sitio principal ha sido llamado Acrópolis, el cual es una elevación que mide 158 metros de largo, 68 de ancho y 32 de altura. Tiene numerosas etapas constructivas sobrepuestas y gran cantidad de cuartos abovedados en diferentes niveles que se comunican por pasadizos, semejantes a los pasadizos secretos de los castillos europeos medievales. Debajo de las azoteas cubiertas con paja que protegen la fachada, podemos apreciar que el detalle intrincado del arte y del simbolismo incorporado en esculturas que adornan este templo es una maravilla artística.

Los restos de sus blancos edificios quedan como mudos testigos de la importancia y riqueza de esta antigua ciudad, pero sin duda, las asombrosas esculturas bien preservadas y el misterio que envuelve esta antigua ciudad hace emocionante la llegada de sus visitantes,

Ek’ Balam se localiza a 26 km al norte de Valladolid y a 186 km al oriente de Mérida, por la carretera de Cancún.

Esta zona arqueológica puede ser visitada todos los días a partir de las 8:00 a las 17:00 horas

La entrada es gratuita los domingos y días festivos, para turistas nacionales y extranjeros.