El arte de escalar
Escalar es una actividad que puede ser pensada como instintiva y que se observa desde una edad muy temprana en el ser humano.
Los pequeños se aventuran con entusiasmo a trepar muros y árboles, aun cuando sus padres y profesores les aconsejen no llevarlo a cabo. No obstante, algunos de estos chiquillos siguen adelante con esta afición y llegan a ser importantes escaladores de montaña. Por lo general se acepta como el inicio formal del alpinismo, la ascensión que efectuó el poeta Francesco Petrarca al Mont Ventoux en 1336. Posteriormente, este deporte fue denominado de manera ?oficial? como alpinismo, derivado de la palabra ?alpes? y aludiendo a ciertas cumbres europeas. De hecho, durante mucho tiempo esta actividad fue propia de los habitantes del Viejo Continente.Ahora conviene delinear el perfil del escalador. Se trata, más que de un deportista, de alguien que busca una sensación de libertad extrema en elevadas cumbres, de alguien que se afana por una vivencia de naturaleza plena con todos los esfuerzos y recompensas que esta tarea implique.
El procedimiento elemental para la escalada, incluye una cordada de dos escaladores (aunque existen cordadas con un mayor número de ellos). El primero de estos deportistas, bien asegurado por el segundo, arma y acondiciona el tramo que se va a escalar, fija el aseguramiento y de esta manera garantiza la seguridad de su compañero. La comunicación que mantengan ambos escaladores es algo esencial y se realiza a través de voces de cordada, las cuales consisten en instrucciones emitidas con una sola palabra (por ejemplo: ?¡voy!?, ?¡libre!?, ?¡recupera!?, etc.). Lo anterior también depende de la altura, la distancia y el ir percibiendo la tirantez de la cuerda.
Escalar requiere de una gran determinación, estar siempre atentos y concentrados y contar con buenos puntos de apoyo. Es imprescindible estudiar las caras de la roca, evaluar si allí aparecen diedros, grietas o sistemas de plataformas, para saber que técnicas e impulsos se deben adoptar para abordarlas. A lo largo de la escalada se deben contar con tres puntos de apoyo permanentes: dos pies y una mano, o bien, un pie y dos manos. Luego, el cuarto apoyo será el que nos permita avanzar en la ruta seleccionada. No deben utilizarse las rodillas, para conservar de mejor manera el equilibrio, armonizando ritmo y movimiento, para minimizar la fatiga. Otros aspectos esenciales de la escalada, se refieren a los agarres, el equipo, la seguridad y las variantes de este deporte, como la riesgosa escalada libre, es decir sin ninguna clase de equipo o aseguramiento.