Se localiza entre los esteros de Malacate y Calabazas, en la zona más elevada de un lomerío michoacano.

Por sus características topográficas tiene un clima agradable y fresco, con parajes silvestres en donde habitan muchas especies de aves de plumaje y canoras, así como también iguanas. El Malacate se ubica protegida por un vasto estero, así como también por innumerables palmeras y densa selva baja. El Malacate es un sitio muy recomendable para la observación de especies marinas y terrestres.

Caleta de Campos es otra playa de la zona que no se pueden perder. Poco a poco ha llegado a ser un sitio muy visitado por familias que gustan de hacer campamentos y practicar la pesca deportiva. Algunas de las principales especies que pueden ser capturadas en la zona son: jurel ojón, pargo, pez aguja, barrilete, sierra, correlón y cocinero. En las cercanías, los visitantes hallarán también ríos con varios estuarios para recorrer, algunos arrecifes y una bella cascada.

Pero además, Caleta de Campos destaca por su eficiente oferta de alojamiento, con algunos centros nocturnos y restaurantes que nos garantizan unas vacaciones totalmente satisfactorias. El clima es templado durante buena parte del año, con temperaturas cercanas a los 26 grados centígrados. Pero tan atractiva como playa El Malacate es Nexpa, un rincón costero perfecto para la natación y el esquí acuático. Por su proximidad con el río Nexpa, es un lugar adecuado para la navegación en kayak y la observación científica de aves. En Nexpa, los visitantes también hallarán cabañas para alojarse, las cuales ofrecen una grata vista al mar y todo lo necesario para tener un hospedaje de calidad.

Pero si de playas atrayentes se trata, sin dejar el entorno de las costas michoacanas, es preciso comentar acerca de Maruata. Es la playa de mayor relevancia en el rumbo para la reproducción de la tortuga negra. Además, allí se hallará un museo enfocado a la preservación de la tortuga marina. Cabe mencionar que esta playa desemboca en el arroyo de Coire, donde se extiende abundante vegetación palmar.

Rumbo al norte se localiza un caserío llamado Cololá, el cual cuenta con un río y una preciosa playa de seis kilómetros de largo. Por el oeste se extiende el río Motín del Oro. Otras de las playas que les aconsejamos conocer además de El Malacate son La Ticla, excelente para la práctica del surf por la intensidad que tiene su oleaje; Faro de Bucerías, con su paisaje de rocosas islas donde habitan numerosas especies de aves marinas y lugares inmejorables para el esnórquel y el buceo, y San Juan de Alima, una playa excepcionalmente tranquila en donde tienen su morada diferentes especies de aves exóticas, en un ambiente de profusa vegetación.

Imposible hablar de playas bellas en Michoacán, además de El Malacate, sin mencionar a Boca de Apiza y Arenas Blancas. La primera se localiza en la zona fronteriza entre Michoacán y Colima, justo donde desemboca el río Coahuayana. Los turistas hallarán allí varios esteros para practicar la natación. Es una playa sumamente extensa y solitaria, con sus ocho kilómetros de longitud. Por lo que se refiere a Arenas Blancas es la playa principal de la zona. Ofrece como atractivo principal ser el escenario de arribos masivos de tortugas, las cuales llegan allí para completar su proceso reproductivo. De julio a septiembre la región se encuentra protegida para garantizar la reproducción de esta especie. Por lo demás, es interesante saber que el nombre que tiene esta playa, Arenas Blancas se relaciona con la tonalidad de su arenoso territorio.