Los robots ya forman parte de nuestra vida y muchos están empezando a realizar tareas antes sólo posibles bajo la inteligencia humana.

A muchos de ellos los vemos en las películas de ciencia ficción, pero la realidad es bien distinta porque ya están presentes en multitud de trabajos en todo el mundo. Si ya hemos visto robots recepcionistas de hoteles, el último invento es un robot de servicio de habitaciones que lleva, sin protestar, todos los pedidos que hagan los clientes.

Aunque se estima que los robots eliminarán hasta 5 millones de puestos de trabajo en los próximos años, sí que algunos de ellos son estrictamente necesarios para que la sociedad se sigua reinventando, adaptándose a los nuevos tiempos. Parece que el sector de la hotelería sería el primero en ver como con el paso de los años más robots ocuparán tareas que antes hacían sólo los humanos.

La empresa Savioke ha recibido una inyección económica de 15 millones de dólares de Intel y de otros inversores, para aumentar su flota de su Relay Robot. De momento sólo hay 12 de estos curiosos robots en hoteles de Estados Unidos, pero con esta inversión se espera que su presencia se multiplique de manera internacional.

Este simpático robot que actúa a modo de servicio de habitaciones, mide solo 90 cm de altura y contiene un compartimento superior donde los empleados de hotel dejan todos los pedidos a llevar para el cliente. Una vez introducido el pedido en el compartimento superior y habiendo marcado en la pantalla el número de la habitación del cliente, el robot, de forma autónoma y mediante comunicación Wi-Fi llamará al ascensor y, una vez arriba frente a la puerta del huésped, llamará poo teléfono para avisarle que está junto a la puerta.

Los robots del presente, ¿cómo son? ¿qué hacen?

En ese momento, el cliente podrá abrir el compartimiento, recoger su pedido y se le invitará a puntuar el servicio de una a cinco estrellas. Si el robot recibe las cinco estrellas, realizará un pequeño agradecimiento y regresará al puesto de carga para atender un nuevo pedido.

Sus responsables afirman que el robot no ocupa un puesto de trabajo de un humano, dado que realiza una tarea que, en general, suele entorpecer otras labores del personal del hotel, como son los pedidos de cosas poco importantes como toallas nuevas, pasta de dientes agotada o incluso un simple café.