Vamos a comentarles acerca de un cautivador destino de Brasil.

Nos referimos a Fernando de Noronha, archipiélago integrado por 21 islas que se localiza a 525 kilómetros de Recife y 350 kilómetros de Natal. El ambiente parece obtenido de un sueño o de una obra de arte: playas solitarias, amplias bahías, calas acariciadas de manera permanente por unas aguas que asombran de tan cristalinas, y de tonalidades que van del turquesa a lo celeste y del esmeralda al azul más puro. En las aguas que rodean al archipiélago Fernando de Noronha, pueden advertirse colores que parecen escapados de obras de arte creadas por Van Gogh y Monet.

Este conjunto insular fue ocupado eventualmente por holandeses, franceses e ingleses, antes de que Portugal lo retomara de manera definitiva en 1737 y edificara hasta 10 fortalezas para defenderlo. A lo largo de sus historia Fernando de Noronha ha sido usado como presidio y como base militar de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, hasta llegar a ser lo que hoy en día nos presenta: un excelente destino turístico, en donde se manifiesta un serio afán por la preservación de la ecología. En Fernando de Noronha está rigurosamente prohibido alterar el entorno silvestre, ya se trate de un espacio terrestre o del fondo marino. En este sentido, es importante saber que Fernando de Noronha está declarado como Parque Nacional Marino y Área de Preservación Ambiental por parte de las autoridades brasileñas y como Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO.

Qué visitar en Fernando de Noronha

La ínsula de mayor tamaño de este archipiélago carioca, es la única habitada. Cuenta con solo dos millares de habitantes permanentes y se permite un máximo de 300 turistas, los cuales deben pagar una cuota diaria de preservación. Sin embargo, este módico desembolso queda plenamente justificado por el tesoro de naturaleza tropical que nos brindan estas islas: un variado ecosistema, una biodiversidad fascinante, un clima realmente delicioso y más de 26 playas prácticamente vírgenes, limpias y bellas.

De entre estas playas, hay algunas que se distinguen por sus cualidades turísticas: Baía do Sancho, Baía dos Porcos y Praia do Leao. Inclusive para muchos expertos, estas tres playas son las mejores de todo el territorio brasileño. El paseo por la isla principal se tiene que realizar en buggy hasta llegar al comienzo del camino a Praia do Sancho. La entrada a esta playa- acaso la más linda de Brasil- no es fácil, aunque la recompensa bien justifica tal esfuerzo.

En este caso se debe transitar por una vereda sinuosa, que se extiende por entre la selvática vegetación, en un ambiente que rebasa los 30 grados de temperatura. Los viajeros deben avanzar con decisión en este desafiante ámbito, llevando la mochila con el agua y el equipo de buceo al hombro, hasta arribar a la primera posada

Cómo llegar a Fernando de Noronha

Algunas compañías de aviación privadas, hace vuelos al archipiélago Fernando de Noronha desde Natal y Recife, vía Sao Paulo. Desde este punto el trayecto hasta Noronha implica una cierta inversión. Recomendamos por lo menos pasar 5 días en la isla habitada de Fernando de Noronha, para así conocer perfectamente las demás islas importantes y pasar unas vacaciones formidables.

Información relevante acerca de Fernando de Noronha

Madrugar en este conjunto insular es una práctica positiva, puesto que, así, se puede visitar al alba, la Baia dos Golfinhos, tal vez el mejor sitio del planeta para observar en su hábitat natural a las delfines tornillo, los cuales juguetean e interactúan de una manera que divierte e interesa a los visitantes.

Actividades a realizar en Fernando de Noronha

Pero los aficionados al ecoturismo también encontrarán interesante observar la llegada de las tortugas marinas quienes gustan de las cálidas aguas de Fernando de Noronha para reproducirse y tomar su alimento. Es algo imperdible, antes de dejar la isla, ver cómo habita este reptil en su espacio natural. De unas cien crías de tortuga marina que salen de sus cascarones, solo dos de ellas conseguirán llegar a la etapa adulta. En el lugar hay varios grupos de ecologistas y protectores del medio ambiente que ayudan a su protección y a concientizar a los lugareños para conseguir ese mismo objetivo.