Gandía
Gandía, capital de la comarca de La Safor, se enmarca en un peculiar paisaje a caballo entre las montañas del interior y el mar Mediterráneo.
Un extenso arenal de casi cinco kilómetros recorre el litoral de esta localidad, en el que se ofrece una amplia gama de infraestructuras y servicios turísticos que la convierten en uno de los destinos más atractivos de la Costa de Valencia. Ciudad ducal, Gandía es poseedora de un ilustre pasado, como se puede apreciar en su recinto histórico, donde permanece la huella del duque Juan de Borja en forma de importantes edificios como el Palacio Ducal, la Colegiata y la Antigua Universidad. Sus fiestas, algunas de ellas declaradas de interés turístico, y su gastronomía, típicamente valenciana, son otros de los alicientes que ofrece la villa.Gandía se encuentra en plena Costa de Valencia, en un bello tramo de la costa mediterránea donde el paisaje serrano llega casi hasta la zona litoral. El buen clima que disfruta durante todo el año esta población valenciana, así como la calidad de sus playas, atraen a todos aquellos que buscan sol, mar y practicar todo tipo de deportes. En la zona portuaria convive una arraigada tradición marinera con las más modernas instalaciones, entre ellas un club náutico, que harán las delicias de todos los aficionados al windsurf, a la vela o al buceo.
Y a ambos lados del puerto, casi cinco kilómetros de costa en la que se suceden magníficas playas de arena fina y dorada. Un largo y concurrido paseo marítimo delimita la playa Norte, situada en una zona de fácil acceso y dotada de todo tipo de servicios, incluidos puestos de alquiler de material náutico. Hoteles, restaurantes, discotecas y terrazas confieren un gran ambiente al lugar, especialmente durante las noches veraniegas.
Aquellos que busquen un ambiente más íntimo deberán dirigirse a la parte más septentrional de la costa donde, rodeada por dunas, se ubica la tranquila playa nudista de L'Ahuir, un arenal de dos kilómetros de longitud.
Al sur del puerto se extienden otras dos playas, Venecia y Rafalcaid. Cercadas por una sucesión de pequeñas dunas, ambas permiten disfrutar de un refrescante baño en un bello marco natural.
El centro histórico de Gandía
Pero si numerosos son los encantos que ofrece el litoral de Gandía, no son menos los que ofrece su casco histórico. Los nobles edificios que surgen a cada paso reflejan el esplendoroso pasado de esta ciudad ducal, título obtenido gracias a Alejandro VI, el papa Borja. A partir de los siglos XV y XVI, la ciudad desarrolló una intensa vida cortesana, al tiempo que experimentó un florecimiento económico y cultural, como demuestra la creación de la universidad gandiense.
Junto al cauce del río Serpis se levanta el Palacio Ducal sobre los restos de una antigua casona de origen árabe. Construido entre los siglos XIV-XV, es de clara influencia italianizante.
La colegiata de Santa María es otro de los edificios emblemáticos de Gandía. Su construcción, fiel a los cánones góticos, se llevó a cabo entre 1250 y 1520. Destaca en ella la Puerta de los Apóstoles que, en origen, exhibió tallas de Damià Forment. El recorrido ha de continuar por el convento de Santa Clara, la ermita de Santa Ana, el ayuntamiento y el hospital de San Marcos. En éste último se ubica el Museo Arqueológico, donde se recogen los importantes hallazgos prehistóricos de la zona.
Gastronomía, fiestas y alrededores
La especialidad más típica de Gandía es la fideuà, plato que se elabora igual que la paella pero con fideos en lugar de arroz. También pueden saborearse recetas que tienen como protagonista al arroz, cocinado de múltiples maneras: a banda (cocido en caldo de pescado y servido con ali-oli), arroz negro (con tinta de calamar) o la célebre paella. Por su parte, el pescado se prepara al horno, guisado o frito. Para concluir, nada mejor que la emblemática naranja, al natural o en zumo. La horchata (refresco de chufa) y los vinos de Valencia y Utiel-Requena son bebidas que cuentan con denominación de origen propia.
En cuanto a las fiestas de Gandía, las más destacadas son las Fallas, que se celebran del 15 al 19 de marzo, y la Semana Santa, entre marzo y abril, ambas declaradas de Interés Turístico. Las fiestas patronales, en honor de San Francisco de Borja, tienen lugar entre el 29 de septiembre y el 3 de octubre.
La comarca de La Safor ofrece al visitante interesantes excursiones. Lindando con Alicante se encuentra Oliva, con limpias playas y pintorescos barrios populares. En el interior de la provincia pueden descubrirse insólitos parajes y monumentos, como la cueva del Parpalló, importante yacimiento prehistórico, y el Monasterio de Nuestra Señora de la Valldigna, de finales del siglo XIII.