El encantador islote en el mar Báltico

La diversidad de la belleza de Hiddensee se desvela entre interminables playas de blanca arena y amplias marismas salinas, entre agrestes acantilados y bellos pinares. Una isla del mar Báltico que invita a detenerse en el tiempo.

En apenas 19 km² la bella isla de Hiddensee se sitúa al oeste de Rügen en el mar Báltico. El "Söte Länneken" (el encantador islote) tal y como lo conocen sus habitantes, destaca por su vigorizante paisaje y su tranquilidad contemplativa. A lo largo de los años, Hiddensee, que desde 1990 también forma parte del parque nacional de la Laguna de Pomerania Occidental, se ha ido convirtiendo en un popular destino turístico en Mecklemburgo-Antepomerania. Las especies de aves en peligro de extinción, tales como el charrancito común, descubren aquí un lugar protegido para anidar y descansar en compañía de grullas, gansos, patos y aves de la zona intermareal. De junio a septiembre, los veraneantes pueden participar regularmente en rutas turísticas guiadas.

Esta mezcla especial de naturaleza intacta y tranquilidad absoluta viene atrayendo desde tiempos remotos, y sigue inalterable, a viajeros románticos, entre los que se hallan escritores, poetas, artistas y actores que después del final de la Primera Guerra Mundial le otorgaron a Hiddensee su fama de isla de los artistas. Hoy, la isla es un destino turístico popular para las familias, que pueden descubrirla a pie, en bicicleta o a lomos de un caballo. En muchos de los acogedores alojamientos de la isla, los clientes se sienten como en casa, y por las noches aprovechan para degustar las especialidades regionales de elaboración del pescado, ya sea empanado o rebozado con huevo, o bien ahumado. El espino amarillo, que crece por toda la isla, se usa para elaborar una sabrosa tarta así como un jugo de la planta en forma de aguardiente que recomiendan tomar al finalizar una copiosa comida.