Isla Grande de Chiloé en Chile
La Isla Grande de Chiloé se sitúa en Chile, en el océano Pacífico.
En ella nos rodearemos de naturaleza chilena y un sinfín de leyendas y personajes mitológicosLa Isla Grande de Chiloé forma parte del archipiélago de Chiloé, ubicado en el océano Pacífico, en Chile. Ocupa aproximadamente unos 9.000 kilómetros cuadrados de superficie y se encuentra atravesada por la cordillera de la costa.
En las ciudades y pueblos pertenecientes a Chiloé encontraremos una gran variedad de objetos artesanales e históricos, palafitos e iglesias. También apreciaremos símbolos e imágenes propias de la mitología ya que, al igual que en la Isla de Pascua, en Chiloé se cuentan muchos mitos y leyendas. Además, los habitantes que residen en la isla, los chilotes, son realmente amables y encantadores, por lo que nuestra estancia será muy agradable.
La principal ciudad es Ancud, situada en el norte de la isla y repleta de viviendas de tejuelas de madera situadas en estrechas calles, donde también se encuentran las tiendas y mercados. En esta localidad es donde está el Museo Regional de Ancud, formado por varias salas y dos patios abiertos. En él aprenderemos sobre la etnografía, la artesanía, cultura e historia del archipiélago. También se encuentra en su interior la Goleta Ancud, un barco guerrillero que fue utilizado en el año 1843 para defender la ciudad.
La capital de Chiloé es Castro. Está situada en el centro de la isla y su característica principal son los palafitos construidos en su interior. Los palafitos son casas construidas por pilotes sobre el mar, por lo que, cuando la marea sube, produce la sensación de que las viviendas flotan. En este municipio es donde encontraremos la iglesia de San Francisco, hermosa por la mezcla de colores de la fachada, así como sus dos enormes cúpulas. Este santuario se declaró Monumento Nacional en 1976 y, junto a otras 15 iglesias del archipiélago más, fue proclamada patrimonio de la humanidad por la Unesco en el año 2000. Este municipio es conocido también por la Fiesta Costumbrista, celebrada cada febrero desde 1567, y donde se muestra la gastronomía típica del lugar.
Por último, otra de las ciudades más representativas de la isla es Quellón, situada en el puerto Montt, en el sur de Chiloé. Debido a su localización, su actividad principal es la pesca, sobre todo la del salmón, aunque también es pionera en la elaboración y tratamiento de la acetona, el alcohol y el carbón vegetal. Por otra parte, el municipio despone de varios museos y centros culturales donde es posible conocer la historia, el patrimonio y el valioso legado que dejó el pueblo Williche en Chiloé.
En la isla también se encuentra el Parque Nacional Chiloé, que lleva abierto desde el año 1982 y dispone de más de 42.000 hectáreas de superficie repartidas en dos zonas, la llamada Chepu y Abtao. Debido a que, según la zona, se soportan tres climas diferentes (desierto marginal, estepa y tundra), podemos encontrar varios hábitats y ecosistemas, por lo que las variedades de especies de flora y fauna son excepcionalmente ricas, muchas de ellas endémicas. Entre la flora, destaca el poe, la quila y el tique; y, por lo que respecta a la fauna, nos encontramos con el pudú, el zorro chilote o los huillines. Por otra parte, el parque es muy rico en los campos histórico, arqueológico, paleontológico y etnográfico. Si deseamos permanecen en el mismo varios días para poder conocerlo en profundidad podremos alquilar uno de los 20 lugares de camping del parque, que cuentan con agua potable, lavandero y fogones para cocinar; o bien alojarnos en una de las cuatro cabañas que son habitables durante todo el año.
Sin embargo, si el Parque Nacional Chiloé es asombroso, el parque Tantauco es realmente fascinante. Cuenta con más de 118.000 hectáreas donde conviven multitud de variedades de flora exuberante y colorida, así como una gran variedad de especies de animales. Entre los animales que podemos encontrar, son especialmente llamativas la ranita de Darwin, la comadreja trompuda y la ballena azul, todas ellas en peligro de extinción. Además, desde este espectacular parque tendremos la posibilidad de observar la marcha de las ballenas azules, que se dirigen hacia la Patagonia.
El parque Tantauco es un proyecto de la Fundación Futuro, cuyo objetivo es restaurar los ecosistemas dañados, la educación medioambiental e incitar un desarrollo sostenible en la comunidad de Chiloé. El parque se encuentra abierto durante todo el año, pero la mejor época para visitarlo es de septiembre a marzo, cuando podremos disfrutar de un buen clima y la posibilidad de lluvias es menor que en otras temporadas.
Isla Grande de Chiloé, mitología y leyendas por igual
Por toda la isla de Chiloé corren rumores y leyendas sobre algunos personajes mitológicos. Uno de los más conocidos es Pincoya, una hermosa mujer de largos cabellos que, según cuenta su mito, si baila mirando al mar, proveerá una pesca abundante; y si por el contrario le da la espalda, los pescadores tendrán dificultades para pescar. Uno de los más temidos es Trauco, un diminuto y feo hombre de 90 centímetros de altura que vive en el interior de los bosques. Según su fábula, si lo desea, es capaz de provocar la muerte a los hombres y el deseo y la pasión a las mujeres, que no pueden resistirse a sus encantos. Todo un galán.
Finalmente, al encontrarse en el océano Pacífico no pueden faltar las leyendas marítimas. La más conocida es la de un barco llamado Caleuche, usado por brujos para ser transportados durante la noche, ya sea sobre el mar o bajo él. En su interior se realizan fiestas con las que intentan atraer a navegantes para esclavizarlos. Además, tiene la facultad de convertirse en roca para evitar que lo detengan.
Para finalizar, no debemos abandonar la isla sin probar el curanto, su plato típico. Normalmente suele prepararse al aire libre, sobre unas rocas calientes en las que se colocan los ingredientes, habitualmente mariscos; el milcao, hecho de patatas crudas y cocidas; y el chapalele, patatas cocidas y harina de trigo. ¡Deliciosos!